CAPÍTULO 39: Heredero ✓

2.7K 250 302
                                    

— ¿Qué pretendes con esto? Me volveré ansioso si no estás cerca. No me agrada.

— No podría importarme menos si te agrada o deja de hacerlo - rechazó honesto y hasta seco - Me preguntas "Qué pretendo". ¿Qué más podría pretender? No es únicamente porque quiero estar lo más lejos que me sea posible de tus manos, aunque solo con eso ya me basta.

— No me estoy riendo con tus bromas tontas.

— No es para entretenerte tampoco, psicópata - el pelinegro le miró desde su altura con superioridad y autoritario.

Él no caería en las estúpidas peticiones del mandamás, mucho menos en su intimidación. De por sí era un milagro que accediera a esto, sospechoso incluso, pero continuaba son importarle demasiado.

Se giró para subir de una vez al avión privado. Maldita sea, un avión para su uso personal por los delirios afectuosos de este enfermizo sujeto hacia él. Si tan solo Yoongi fuese otro tipo de persona.

— No puedo ver qué haces si no estamos, aunque sea, en la misma ciudad - trató de ser ilógicamente razonable, el rubio arqueando una ceja - Estoy siendo serio ahora mismo. Me voy a volver loco.

— Como si no lo estuvieses ya ¿Qué infiernos quieres, Choi? No te besaré la mejilla, ni prometeré volver a salvo - negó exasperado - siquiera esperes un mensaje de mí. 

- Cuando estás aquí, en Ancala, bajo mis mandos y dominio donde puedo monitorear cada uno de tus movimientos.

— Me consta que será de esa manera, por eso estoy tan descontento. No te mataría una mentira para saciarme, al menos, ahora mismo. Es mucho tiempo al que cedí como animal domesticado.

— Habla por ti. Si eres manso es por tu propio beneficio.

— ¿Qué bien me hace alejarte sin tener mis manos cerca para protegerte?

— O estrangularme.. Tal y como un niño a su mascota nueva.

— Ojalá fueses tan inofensivo - simplemente terminó para dar unos pocos pasos hacia atrás, en minutos retirarían la escalera de ascenso - Regresa sano a mi, Min Yoongi.

Algo más que resignación estaba grabado en sus ojos, una espina mala y venenosa pinchó al rubio y tuvo el breve impulso de bajar a brincos cada escalón que los alejaba. No quería preguntar, no estaba yéndose de vacaciones aunque estaría en un lugar ideal y perfecto para él, fue difícil conseguir este descanso aunque Choi prácticamente se lo obsequió.

Era Chaerin o sus preocupaciones en Ankara. Y su hermana siempre sería imán para el fuerte acero de su corazón.

— Al regreso voy a preguntarte por qué me dejaste ir tan dócilmente.

Y sin anticipo o aviso alguno, el moreno clavó sus fríos ojos decididos en el chocolate de Yoongi, cortando toda paz.

— Porque no podías quedarte...

— ¿De qué hablas? - se apresuró a regresar con el aire entrando hondo, Okyere tirando de su brazo para pasarlo a Snoeks, cerrando finalmente las puertas del vehículo aéreo - Aguarden un segundo.. Maldita sea.. ¡Sieltenme! - se revolvió.

— Tú no das órdenes, chinito - sentenció Daniel, indicando al piloto que podía despegar - Solo cierras el hocico y te aguantas las dudas.

— Púdrete, Snoeks.

— Púdrete tú, gran mierda molesta.

Yoongi se iba a levantar para arrojarse sobre el australiano, pero el otro guarda lo sujetó desde la parte trasera de la playera, reteniendo su trasero en el asiento. Asesinó a Samuel con su enfado, sin embargo éste le correspondió con aburrida indiferencia.

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Where stories live. Discover now