Tierna e inocente Dulce Desastre I

Capítulo 34

La declaración de Josh

Desliza sus manos por mi cuerpo y despacio va bajando la cremallera del vestido. Como es normal en mi, apenas Josh me toca se me acelera el pulso, gimo apenas sus dedos tocan mi piel, siempre produce el mismo efecto en mí; en menos de lo que piensa me tiene dispuesta para él. Me toma por el pelo y me pega contra su cuerpo, besa mi boca con fuerza pero yo trato de bajar el ritmo mordiendo sus labios.

—Eres tan hermosa — me muerdo los labios y lo miro a los ojos — Tu mirada me enloquece, sigue siendo tan inocente.

 — Yo te amo Josh.

—Megan... Megan Jones la chica que me hace sentir querer que alguien me merezca, quiero que me desees como yo te deseo a ti, quiero pelearme contigo incluso que nos gritemos hasta que uno de los dos ceda a las disculpas y acepte su error, verte reír y ser el motivo de tu risa, de tu alegría, escucharte hablar de tus libros, tu pasión por la música, el vino y el té...  Sé que soy un idiota. Bueno pero eso es porque no sé ser de otro modo, tu me has enseñado como es esto del amor y yo apenas estoy aprendiendo.

Me mira a los ojos y pega sus labios a los míos, continua casi susurrando.

— Siempre he sido así con las chicas y ellas me aceptaban como soy, aceptan mi juego y nunca he sentido la necesidad de cambiar— hace una pausa y suspira —Hasta que llegaste tu, te conocí y todo cambio. Es que tienes cierto poder sobre mi, se que tienes razón sobre lo que dijiste cuando enfrentaste a mi padre— bajé el rostro con vergüenza al recordar ese incomodo momento —Mírame nena, se que muchas personas tienen influencia sobre mi, pero tú, tú me inspiras a ser mejor. Me influencias a ser mejor, me ayudas a vencer mis miedos, a sentirme seguro y ese es el Josh que quiero ser, el que soy cuando estoy contigo.

Me quedo pasmada y lo miro a los ojos sin saber que decir, acaba de decir todo lo que siempre quise escuchar y pensé que nunca lo diría, la manera en la que me habla, esos nervios que siempre se notan en sus labios temblorosos y sus manos frías lo han hecho parecer real, siento que voy a desmayarme después de esta declaración, mi alma se viene al piso y vuelve a la vida en un segundo.

— Estoy sin palabras Josh Wetterberg no se que decir.

— Se que te cuesta creerme, se que te he lastimado muchas veces y quiero remediarlo— En ese instante se acerca a mi y termina de bajar mi vestido, sus caricias me llevan al cielo, las palabras de Josh acompañadas de sus caricias me han hecho sentir de una manera especial, todo esto es tan sublime, es un momento tan hermoso y perfecto que tengo miedo de despertar y darme cuenta que no fue verdad. Después de hacer el amor con él por más de dos veces me he despertado hambrienta y cansada. El olor vegetales sazonados hacen que desee levantarme de la cama, después de bañarme me pongo unas bragas de algodón y la camisa de Josh, bajo a la cocina y me sirvo un vaso de té frió, lo encuentro en la cocina y veo que aunque esta agitando la sartén tiene la vista fija en mi.

— ¿Te he dicho lo hermosa y sexy que te ves con mis camisas?

— No ¿ Yo te he dicho lo sexy que te vez cocinando medio vestido en mi cocina?

Lo escucho reír a carcajadas y me doy cuenta que adoro el sonido de su risa.