Capítulo 26

1.1K 85 4
                                    

Es por la causa.

Rose había destruido mi sueño de quedarme en casa, destapar una botella de vino y sentarme en la terraza. En lugar de eso estaba aquí en esta cena benéfica rodeada de políticos, famosos adinerados, artistas, escritores, todos ellos comprometidos con Scarlett y la fundación. El lugar era hermoso, en el centro del salón colgaba una gigantesca lámpara de cristales con luces tenues digna del palacio de una princesa, el jardín se veía adornado con flores hermosas, mesas llenas de personalidades conversando y riendo decorosamente.

Al llegar a mi mesa salude a Scarlett y a las chicas, este vestido con transparencias que Rose había insistido en que me pusiera me hacía sentir incomoda, las miradas de los hombres adultos y jóvenes eran un poco intimidantes, las miradas de las rapiñas envidiosas, el guiño del ojo de mis amigas y compañeras de trabajo lo hacia divertido y esa mirada... esa mirada del hombre que acababa de tocar mi espalda.

—Señorita déjeme tener el placer de invitarla a bailar y que todos vean que vengo acompañado de la mujer más hermosa de la cena.

—Alex! —mi cuerpo se tensó ante su tacto, ese toque era algo intimo y solo Josh podía hacerlo.

—¿Bailamos?

—Claro, claro que sí!

Sonaba Frank Sinatra cuando Alex me llevo a la pista, a pesar de ser vocalista de una de las bandas de rock más famosas de la cuidad lucia sexy y elegante. Él era como el hombre Ken, todas las mujeres suspiraban al verlo y esa sensación ya la había vivido, lo mismo sucedía con Josh todas las mujeres sonreían ante su mirada y a mí solo me podían mirar con... ¿Rabia? ¿Celos? No lo sé.

—Megan ¿te parecería bien si mañana paso por ti para llevarte a casa de mis padres?

—¿Qué? Trague con dificulta y sentí que me faltaba la respiración —¿Qué era esto? ¿Una cita? ¿Sus padres?

—Alex yo no —enseguida me interrumpió pegando sus labios en mis cabellos y hablo susurrándome.

—Meg por favor déjame llegar a ti, juro que no forzare esto pero no me niegues la oportunidad de conocerte — mis manos se volvieron frías y Alex lo sintió ¿Qué podía decir yo a esto? Me quede en absoluto silencio solo pude mirarlo a los ojos confundida, no podía creer lo que estaba sucediendo en ese momento.

—Buenas noches ¿me concede un baile con la señorita?

—Por supuesto, piensa en lo que hablamos Megan estaré aquí si me necesitas.

—Josh ¿qué haces aquí?

—¿interrumpí algo Megan? ¿A qué se refiere tu amigo? ¿Qué es lo que tienes que pensar?

—¿A eso has venido, a interrogarme?

—Muy lista para evadir mis preguntas pero no, no he venido a interrogarte, he venido a verte, a saber de ti, hace días no respondes mis mensajes —me recorrió con la mirada de arriba abajo, una mirada llena de lascivia, de deseo, como solo él sabia mirarme — estas hermosa —al decir eso rozo mi columna con la yema de sus dedos fríos y grandes.

En el salón sonaba Fly My To The Moon en la voz de Olivia Ong, cantaba en público desde el pedestal del salón, nos miramos en silencio y Josh sonrió con una sonrisa débil, como si el también estuviese sufriendo, deje de lado mi orgullo y puse una mano sobre su pecho mientras el abrazo mi cintura pegándome a su cuerpo para bailar. Sentí su olor, su pecho, sus manos y dolió, dolió sentirlo tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos de mí, de nuestro amor, de lo que una vez tuvimos y entonces lo dijo de pronto.

—Te Amo Megan...

—¿Queee? ¿sera cierto lo que escuche? —mi corazón se congelo y enseguida se derritió, este era el Josh que yo amaba, el que yo conocía, el que se había acercado a mí en el lago, el que había visto mis cicatrices y las había acariciado, como queriendo curarlas y de alguna manera así lo hizo, lo único malo era que ahora él mismo era el que hacía en mi nuevas cicatrices y estas no estaban en mi espalda, estaban en mi corazón ¿Qué era esto? ¿Cómo podía una persona herirte y salvarte al mismo tiempo? ¿Cómo podía querer estar con el hombre que volvía mi mundo un desastre, un dulce desastre?

Tierna e inocente Dulce Desastre IWhere stories live. Discover now