Capítulo 60

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Un evento inesperado.

Después de pasar tiempo con nuestras madres, nos hemos despedido y hemos vuelto a la casa de campo, al entrar no puedo evitar sentir cierta nostalgia, fueron tantas las cosas hermosas que viví aquí con Josh y con Rose, pareciera que el pasado quiere volver, pero al mismo tiempo se siente imposible que regrese.

Cogimos unas cuantas copas, unos cojines con mantas, y un reproductor pequeño que hay en casa, fuimos al lago, acomodamos las colchas y los cojines en las sillas, nos servimos una copa de vino y mi amiga y yo disfrutábamos esta tarde frente al lago. Era genial escuchar los relatos de Rose, de verdad su relación con Eliot era muy sana y bonita, no recuerdo ni una sola vez en la que ella me allá contado algo malo de su novio, no ha existido la primera vez en la que vea a Rose llorando por su causa.

Habían cosas que coincidían con nuestros recuerdos de la niñez y reíamos sin parar de las locuras que ella y yo hicimos en el colegio y por nuestro vecindario, recuerdo cuando Rose le robo un beso al niño de 6 grado y al salir corriendo choco contra la barriga de la mamá de este, en su lugar yo me hubiese puesto roja como un tomate y me hubiese desmayado, en lugar de eso ella se echo a reír y se burlo del chico todo el resto del curso.

-Aló.- me quedo observando a Rose mientras recibe una llamada. – ¿De verdad? Súper... pero a la vez es triste, no quiero que te vayas.

-Ok te veo en la noche, no sé si ella quiere ir le diré que él nos ha pedido hablar con ella a ver si acepta, adiós te amo.

-Hablabas de mi ¿Qué sucede?

Suspira y suelta lentamente la información. –Darán una fiesta esta noche en Amaru Pisco bar, fue reservado especialmente para la despedida del grupo Erezt ósea el grupo de los hermanos Wetterberg.

Me quedo pensando mirando al lago y a pesar de ello siento la mirada de Rose fija en mi, cuando volteo a mirarla ella lo dice. –No sé como vallas a tomar esto pero, Josh ha pedido que hablemos contigo para que vallas, le ha suplicado a Eliot que te convenza con mi ayuda de ir.

-No se Rose, no creo que sea buena idea ir a ese lugar, además si de verdad él quiere que valla debería de mostrar interés e invitarme el mismo.

-Uhmm ¿quieres decir que si el te lo pide en persona tu aceptarías ir?

-Si me convence sí.

-Esa es mi chica, mientras eso sucede acompáñame al centro el Amaru es un ambiente informal, debo ir de infarto para mi Eliot.

-Pero Rose estamos tan a gusto aquí. –me quejo ante la idea de ir de compras.

-Vamos anda, acompáñame, prometiste pasar tiempo conmigo por todos estos días alejada.

-Ok, ok manipuladora.

Al entrar al auto veo que Rose hace una pausa a mitad de camino para escribir un mensaje, levanta la mirada y me sonríe. –Listo, todo listo para esta gran noche. – enciende el stereo y deja sonar Shake it off de Swift me sonríe y me invita a que cantemos juntas, la verdad esa canción muestra lo que es nuestro constante esfuerzo de tener éxito en la vida, fracasar y nunca rendirse.

Llegamos a la tienda y Rose comienza a mirar y le gusta todo lo que hay en ella, de verdad todo lo que hay aquí está de moda y es muy juvenil. –Meg escoge algo para ti.

-No. Sabes que no voy a ir a esa fiesta, el creído pensará que estoy allí y que intento pedirle que volvamos.

-No lo hagas por él entonces, hazlo por ti, vamos anímate a comprarte algo ya sabes cómo sube el ánimo esto.

Le sonrió. –La verdad he visto muchas cosas que me han gustado, tienes razón me animare y lo haré por mí. –le hecho un ultimo vistazo al vestido rojo corto de mangas largas de encaje con corte de corazón en la espalda que esta guindando frente a mi y me lo llevo al probador, tiene el cierre en la parte muy baja de la espalda y le pido a Rose que entre al probador a ayudarme, todo está en silencio mientras vea al suelo para calzar mis zapatillas escucho que ella entra, un momento unos dedos fríos rozan mi espalda y tiemblan al subirme el cierre, ese perfume yo lo conozco. Tengo miedo de levantar la vista y enfrentarme a esta verdad ¿Por qué es él verdad? ¿Es él el que está detrás de mi tocándome y mirándome de esa manera? Levanto la vista y su mirada se encuentra conmigo a través del espejo.

-Josh.

Me toma de las caderas y me voltea hacia el, me mira a los ojos y susurra muy cerca de mis labios. –Así que debía pedírtelo en persona si no, no asistirías eh.

-¿Que haces aquí? Nos van a correr de la tienda si nos ven.

Sonríe con esa sonría que me mata. –¿Y quien dijo que a mí me importaba que me corran de esta tienda? No saldré de aquí hasta que me digas, que iras a esa fiesta y que estarás conmigo.

Le devuelvo la sonrisa y susurro cerca de sus labios como él lo ha hecho conmigo. –Eso se llama manipulación ¿lo sabías?

-No me importa como se llame, haré lo que sea para que mi chica valla a esa fiesta, con ese vestido que Waoo, me tiene pensando cosas sucias.

-Aléjate de mi Josh Wetterberg no tienes remedio. -Los dos nos reímos y al instante su rostro se vuelve serio.

-No, no lo tengo. Mi único remedio se llama Megan Jones y estoy perdido porque no puedo tener ese remedio conmigo.

-Sal del mostrador Josh.

-¿Iras a la fiesta?

-No lo sé debo pensarlo. –intento apartarlo de mi, pero él me agarra mas fuerte por las caderas.

-Tranquila tomate tú tiempo yo espero aquí apretadito contigo.

¿Señorita se encuentra bien? –Escucho desde afuera la voz de la vendedora.

-Eh si en un momento salgo, llevaré este vestido. –Tapo la boca de Josh mientras él se está riendo, moriré de pena si esta chica nos sorprende aquí metidos.

-Esperaré a que salga para tomar su vestido y llevarlo a la caja, cuando salga estará listo.

Josh susurra divertido. –Nos han descubierto tendremos que salir.

Sigo tapando su boca y lo pellizco en el abdomen. –Cállate no se te ocurra.

Aclaro mi garganta. –Disculpe ¿sería tan amable de buscar unos zapatos que combinen con mi vestido?

-Como diga señorita en seguida vuelvo.

Escucho a la vendedora alejarse y aprovecho la oportunidad. -Sal de aquí ahora Josh

-Dime ¿iras a la fiesta?

-Que testarudo eres por Dios.

¿Iras? Si no tendré que pedirle ayuda a la vendedora para que te convenza de ir.

-Está bien, está bien iré, ahora sal de aquí por favor.

-Ok. Pero antes necesito hacer esto. –Me arrincona contra la pared del mostrador y me da un beso que me deja sin aliento, cuando al fin se aleja, el aire vuelve a entrar a mis pulmones y me mira a los ojos. --Te quiero mariposa, te veo más tarde.

Tierna e inocente Dulce Desastre IWhere stories live. Discover now