Kyle nunca fue bueno haciendo amigos, pero tras mudarse a Everless se encontrará con muchas personas que le cambiarán la vida. En especial uno, Alex.
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La infancia traumática que tuvo Kyle lo dejó con una marca de por vida, un trastorno de ansied...
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Llegué muy tarde a clases porque tuve que ir a cambiarme a mi casa, no podía estar en paz conmigo mismo usando esa ropa que me hacía sentir tan tonto.
Al entrar al salón de matemáticas, luego de obtener el llamado de atención por parte del profesor cejotas, me fui al lugar que estaba a un lado de Greg, él lo había reservado para mi ocupándolo con su mochila hasta que llegara.
Noté como lucía mucho más tranquilo que ayer, saber que Alex ya no tenía su diario lo relajo bastante. Incluso lucía menos nervioso que cuando recién llegó aquí, se notaba contento.
Durante la escuela estuve buscando por Alex. Sabía que no vendría a la escuela hoy, no era tan imprudente como para hacerlo, seguro que faltaría una semana. Pero aún así, yo tenía una esperanza de verlo, por muy enojado que me encontrara con él después del descaro que mostrara luego de robar el diario, sentía la necesidad de verlo porque estaba preocupado, le dije cosas de las que me arrepentía.
—Alex no vino a las clases —mencionó Greg.
Sabía que se había fijado en la forma no tan disimulada en la que me mantuve mirando a mi al rededor en búsqueda de él, Greg era muy observador.
Ahora estaba sentado sobre la barandilla de la salida de la escuela y continuaba con mis mirada de vigía, recorriendo el perímetro.
—Sería muy estúpido de su parte si lo hiciera.
Alex no tenía que andarse escondiendo por haber hecho esto, nadie lo iba a reprender, nadie lo estaba persiguiendo; Greg le tenía tanto miedo que no se le cruzaba por la mente reclamarle ni por un segundo, y aunque lo hiciera a Alex le importaría un carajo. Pero si quería ahorrarse la enorme tensión que pasaría al cruzarme conmigo, sí, por eso estaba seguro que no vendría ni hoy, ni mañana.
Y yo no era el gran intimidador ni nada parecido. Pero sí era el único que no temía decirle sus verdades a la cara sin dudar.
—Y aún así estás buscándolo desde que llegaste a la escuela —añadió.
—No —negué desviando la mirada.
Pero para Greg todo era tan obvio.
—Claro que no —bufo incrédulo—. ¿Sabes Kyle?, no tienes porque estar molesto con Alex tanto tiempo por lo que paso conmigo, yo estoy bien. La última vez que se pelearon los dos parecían zombies a la semana, son mejores amigos y...
—Greg, no puedo simplemente ignorar lo que hizo. Alex no es un niño caprichoso que hace maldades sin querer, no puede creer que se va a salir con la suya y no pasa nada.
—Bueno... —se encogió de hombros y cambió el tema— ¿Cómo está Brookelle?, ¿se encuentra mejor?
—Pensé que la odiabas —arquee una ceja mientras lo veía confundido.
—No la odio, solo no me agrada mucho. Pero eso no significa que quiera verla mal.
