Capítulo cinco: "Si hubiera..."

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El arrepentimiento es una emoción carente de sentido ¿No te parece?



Estuve los siguientes días revisando todos los rincones de la casa, para ver si había un mínimo recuerdo de mi abuelo y no, no había nada. Lo único que encontré que me pareció "inusual" fue que en los cajones y los lugares donde se supone que se guardaban sus cosas había una fina capa de ceniza, sí, ceniza. Caroline trataba de insistir en que salgamos para poder despistarme un poco pero yo insistía en que todavía no estaba del todo bien. Ambos terminamos los libros en ése poco tiempo en que nos quedamos en casa por causa de todo lo que había pasado. Mi abuela llamaría en la tarde, no suelo hablar de mi abuelo con ella pero ésta vez se lo preguntaré.

-Hola, Nick... ¿Cómo estás? ¿Comen bien? ¿Salieron a algún lugar? -Hizo las preguntas tan rápido que me recordó lo sobreprotectora que era. Ella sabía que Caroline había venido pero pensaba que era mi novia o algo así.

-Hola, abuela. Estoy bien, comemos bien y sólo salimos a comprar ropa y unos libros -Se escuchó un sonido de reproche del otro lado del teléfono.

-Nick, tienen que ir a alguna parte, no puedes dejar que Caroline se quede encerrada todo un mes -Mi abuela conocía a Caroline de mis cumpleaños y ése tipo de fiestas.

-Está bien, abuela, saldremos a algún lugar ésta noche. ¿Cómo está todo por ahí? -No quería que me platique de mi primo ni nada de eso, sólo quería saber de ella y Gerard y, también, de mi abuelo.

-Está todo bien, Gerard encontró una casa cerca del correccional y tenemos más intimidad que quedándonos en la casa de mi amiga. Tu primo... Él...

-No quiero saber -Le corté -. En serio, no quiero. Abuela...

-¿Sí? -Sabía lo mucho que la entristecía que yo no quisiera habla de él, pero ella también debía entender que en verdad no quería saber nada de él.

-¿Alguna vez has querido recordar tanto algo que no te acuerdes nada? -Ni yo entendí la pregunta, pero trataba de ser suave y no decirle "no recuerdo nada del abuelo".

-¿Eh? -Su voz parecía divertida y confundida a través del teléfono.

-Que si alguna vez... Quisiste... Bueno no... -No sabía cómo formular la pregunta -. ¿Alguna vez buscaste tanto algo que parece que el mundo no quiere que lo encuentres?

-¿Estuviste tomando drogas?

-¡No!, abuela, dios -Comencé a reírme y cuando paré dijo algo todavía más gracioso.

-¿Es el amor? ¿Eso es lo que buscas? -Parecía preguntármelo en serio pero yo seguir riéndome -. No es un chiste, Nick.

-No es sobre eso... Es que, ¿Me recuerdas alguna vez que el abuelo y yo pasáramos tiempo juntos? -Mi abuela no contestó al instante, sólo se quedó callada y después de que su respiración comenzara a acelerarse, contestó:

-¿Por qué preguntas eso? -Seguía agitada, como si hubiese estado corriendo un kilómetro y parará de golpe -¿Qué quieres saber?

-No recuerdo nada del abuelo -Volvió a quedarse callada y en cuanto pareció tratar de contestarme... Sólo gritó, un grito de dolor y me desesperé -. ¿Abuela? ¿Estás bien? ¿Abuela? -Fue Gerard quien contestó.

-Ella está bien, Nick, te llamará en cuanto se recupere -Y colgó.

Me quedé toda la noche junto al teléfono, ¿Hablar de mi abuelo la había puesto así? No creo que sea eso, ella me había contado en varias ocasiones cosas que hacía con mi abuelo, pero ya no puedo recordarlas.

Creo que el recuerdo es de las cosas más importantes que las personas pueden poseer, ya sean malos o buenos. Si son buenos te recuerdan momentos de gloria, momentos graciosos o cosas que te generan felicidad, aunque sea por un rato. Y si son malos, si son malos... Te ayudan a crecer, madurar y no volver a cometer ése recuerdo, que también puede llamarse "error".

Aunque nunca hay un error, siempre ocurre lo que tiene que pasar y no existen los "si hubiera...", las cosas que tiene que pasar, pasan y no puedes volver a arreglar alguna cosa que hiciste mal. Además, si existieran los "si hubiera..." tendría que existir también una máquina del tiempo y no, no la hay. Sólo queda aceptar y corregir los errores, si aún queda algo por corregir.

-¿Estás bien? -Preguntó Caroline al entrar en la habitación y verme acostado mirando el teléfono -. Últimamente estás más raro de lo común y eso ya es decir mucho.

-Creo que enfermé a mi abuela.

-Hasta donde yo sé... Todavía no se puede transmitir un virus a través del teléfono, ¿O no? -Siempre siendo tan sarcástica, parece ser su única defensa.

-No me refiero a eso -Entorné los ojos pero en cuanto estuve a punto de contestarle, el teléfono sonó sacándome la respuesta de la boca -. Cállate.

Caroline solo levantó los brazos, medio sonriendo y se quedó justo en donde estaba.

-¿Hola?

-Hola, Nick, perdón por colgarte hace un rato, ya estoy mejor -Parecía decirlo en serio y se oía a Gerard hablar en el fondo -. ¿Qué querías saber?
- No importa abuela, ya está, sólo quería... Saber si estabas bien... -Caroline pareció entender la situación. Puedo decirle todo el tiempo que "no tiene las ideas acomodadas" pero la verdad es que es muy inteligente y casi siempre entiende la situación que ocurre sin siquiera contárselo.

-¿Querías saber sobre tu abuelo? -Escuché la voz de Gerard diciéndole que parara.

-No importa, abuela, cambiemos de tema... Te quería decir que... -Miré a Caroline -. Saldré hoy a algún lugar.

-¿Es en serio?- Pareció calmarla que le diga eso. Ya no quería preguntarle cosas sobre mi abuelo, no soportaría hacerle mal a mi abuela.

En cuanto colgué Caroline empezó a festejar.

- Voy a revisar los lugares y te diré cuál me parece más genial. Ve a ducharte.

- A la orden, señorita.

Me duché mientras pensaba en que debía usar mis propios medios para averiguar cosas sobre mi abuelo, hablaré con mi madre a la mañana siguiente y le preguntaré a ella.

Caroline se duchó en cuanto salí, parecía estar muy animada, más de lo común. Revise los lugares y uno estaba resaltado con marcador, era un bar y se me hizo curioso el nombre... "NoNilo".

Magicians Ashes  #Wattys2016Where stories live. Discover now