Capítulo diez: Exento.

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Si quiero escribirte entonces te escribiré. Si tú no me quieres escribir no tiene que hacerlo. Tu tienes que ser quien eres. Y yo tengo que ser quien soy.




No contesté después de eso, no sabía qué decir, no sabía si creerlo o no, tampoco sabía si me estaba mintiendo. Pero algo sí sabía y eso era que tenía muchísima hambre.

-¿Vamos a comer?- Le pregunté evitando su confesión.

-No quiero ir a McDonald.- Contestó.- Vamos a buscar a mi hermana y a Caroline.

-Hablando de Caroline, ¿Dónde está Theo?- Le pregunté, sé que no me interesaba pero quería sacar el pesado clima que había dejado entre nosotros.- Digo, siempre que los veo están juntos.

-No somos siameses, Nick, tenemos nuestras propias vidas.- Explicó Pier algo incómodo.- Además, si vendría él tendría que estar soportando que se besen en frente mío y es molesto, lo sabes.-Añadió, por primera vez nosotros dos teníamos algo en común y eso era no soportar el amor ajeno.

- Allí están.- Señalé a Sam y Caroline que estaban saliendo de una tienda riendo, parecía que se habían llevado muy bien y llevaban muchísimas bolsas. Me pregunté de qué trabajaba la madre de ellos para tener tanto dinero.

Caminamos hasta ellas y después fuimos al patio de comidas donde fuimos a un restaurante y no al McDonald porque a Pier no le gustaba. Pier dijo que pidamos todo lo que queramos porque él pagaría, yo no dudé en hacerlo aunque Caroline se contuvo un poco. Hablamos de cosas estúpidas, Samy hacía enojar a Pier y éste blanqueaba los ojos, recordé que Matthew estaba en el edificio solo y cuando terminamos de comer, nos despedimos, y volvimos cada uno a por su lado.

Cuando llegué Matthew estaba acostado en su colchón durmiendo, no llevaba camisa y vi cómo Caroline le miraba los abdominales y en cuanto notó que yo estaba sonriendo por su mirada, me golpeó. Recuerdo lo bien que se veían juntos las pocas veces que se vieron, no podían verse mucho porque Caroline siempre fue una buena estudiante y no podían verse los fines de semana, sólo se veían en fiestas a las que yo estaba forzado a ir y verlos besarse. De pronto, tuve una horrible certeza y ésta era que siempre tenía que soportar a los demás besarse, nunca había besado a nadie delante de otra persona, tenía que verlos pasarse amor constantemente mientras yo miraba mi celular, me pregunto si Pier también tuvo que soportarlo siempre o, de vez en cuando, él era el que incomodaba a los demás. Y también sé porque me molestaba y eso era porque: Los que brillan con luz propia molestan a los que están en la oscuridad.

Caroline fue a ducharse, yo desperté a Matthew y éste se levantó dando patadas, lo golpeé en la costilla y se calmó.

-Pensé que estaban fuera.- Comentó levantándose y refregándose los ojos.- ¿Dónde está Caroline?
-Duchándose y seguramente después duerma, caminó mucho hoy y supongo que también se esforzó por caerle bien a Samy.- Expliqué recordando que Sam era la hermana de Theo y, por lo tanto, le convendría llevarse bien con ella, aunque, dudo que alguien en el mundo le pueda caer mal a Sam. Antes de dormir terminé uno de los tantos libros que habíamos comprado con Caroline en la semana y pensé en si creerle o no a Pier, era una locura tan sólo pensar en la posibilidad de que sea cierto, sí, pero eso no descartaba que haya adivinado que no recuerdo nada de mi abuelo y lo de las cenizas... ¿Cómo podía saber lo de las cenizas?
Podía hacerle caso y creerle o, también, seguirlo ignorando... Pero la segunda opción no me garantizaba averiguar nada de su abuelo, en cambio, la segunda sí aunque sea una mínima posibilidad. Decidí hablar con Pier o con Theo o con Sam sobre el tema aunque, Sam, parece estar exenta de todo esto. En realidad, pensándolo bien, ella parece estar exenta de todo.

En la mañana fui a ducharme y le dije a Caroline para que salgamos todos juntos a algún lugar, no sabía a dónde pero necesitaba hablar con ellos, sentía que podía creerles aunque sea una locura y que sintiera que están burlándose de mi credulidad.

-¿Qué carajos?- Me dijo Caroline al proponerle salir, estaba al tanto de que pasaría el día con el único chico con el que intentó algo y con el nuevo chico que está intentando algo, y Matthew ya no hace sus "avances" con ella así que también podía venir.

-Quiero averiguar algo, además, Pier me ha caído mejor el otro día.- No mentía con eso, en verdad me había caído bien pero no tanto como para organizar algo como esto.- Llama a Theo y dile.

-¿Estás de acuerdo Matthew?- Le pregunté a él, que se estaba levantando y cocinando unos huevos.

-No veo porqué no.- Comentó Matthew, él siempre estaba dispuesto a todo por más arriesgado o extraño sea y eso me agradaba de él.

Caroline entornó los ojos y suspiró, eso hacía cuando la habían convencido de algo que ella no quería hacer. Prendió su celular y llamó a Theo, yo sentí una extraña sensación de satisfacción y algo de miedo. Colgó el teléfono y se acercó.

-Todos quisieron hacerlo, dicen que quieren ir al cine y mirar una película.- Explicó Caroline.- Vamos a la noche, tienen tiempo de hacer sus cosas y todo eso.- Movió la mano como quitándole importancia, aunque yo sabía que ella estaba muy, muy nerviosa.

En la tarde salí a caminar con Matthew, compramos ropa y me sentí un poco más aliviado porque pasar las tardes con él era algo que hacía en mi casa y, por lo tanto, sentía que las cosas empezaban a ser un poquito más como antes. Me contó que nadie recuerda la razón por la que me fui y que todos están bien allá, me comentó que Nathan ya casi no sale con él debido a su novia y también me dijo que él, aunque no lo admita, me extraña. Me dijo que tiene problemas con los exámenes que tiene que dar al final de las vacaciones y que quería despistarse un poco, Matthew y yo siempre hablábamos de cosas que no podíamos contarle a los demás, con él era casi lo mismo que con Caroline y por eso me había gustado que estén juntos pero, por razones que no sé, eso no funcionó.

También le comenté que Caroline estaba conociendo a alguien, ignoró lo que le dije y siguió hablando de lo que estábamos hablando, yo no sabía qué significaba que las personas hagan eso, no entendía si la había superado o no.

Volvimos al edificio para encontrarnos con una eufórica Caroline que no sabía lo que ponerse, nos pidió sugerencias y elegimos sin saber bien lo que elegíamos. Fuimos hasta su casa y en la puerta ya estaban esperándonos Theo, Pier y Sam. Todos estaban vestidos como habitúan a estarlo, con remeras y pantalones a excepción de Samy que llevaba un vestido blanco con retoques dorados.

Pier llevaba su sonrisa burlona y yo sabía lo que en el fondo pensaba y eso me molestaba, me molestaba muchísimo.

Magicians Ashes  #Wattys2016Where stories live. Discover now