Capítulo veintidós: Lección de karma.

39 12 1
                                    


¿A caso no todos estamos sangrando un poco?





¿Alguna vez han pensado que estaban muertos? Bueno yo sí, lo pensé en cuanto abrí los ojos y ya no estaba dentro del tren. Miré a un costado y el tren estaba totalmente volcado a un lado del andén.

Recordé que Pier había dicho antes de venir: "En ése lugar perderse es igual a desaparecer".

Tuve miedo de haberme perdido porque no podía ver nada, asimilé unos cuantos árboles en la lejanía pero nada más, estuve minutos acostado y sentía algo muy frío en la espalda. Después de unos minutos pude abrir los ojos, veía a los demás alrededor mío, estaban todos bien a excepción de Matthew y de Caroline que estaban con algunas raspaduras, Matthew tenía un feo corte en el brazo que supuse fue por los vidrios del tren que estallaron en mil pedazos al caer. Pier estaba junto a él tratando de limpiarle la herida, no entendía cómo él sabía curar esas cosas si él nunca había sangrado. Podría haberme rendido, pensé, podría haberme hecho el muerto y ver como todos morían alrededor mío, si bien podía levantarme y luchar había más posibilidades de morir que de ganar esto. Pensé en que fue estúpido venir hasta aquí, traerlos a todos los que me hicieron sentir especial hasta su propia muerte ¿No podía haberme callado la boca? ¿No podría Pier haberse callado la boca? ¿Podría haber hecho algo para que ellos no se enteren? No lo sé, estaba recayendo en los "si hubiera..." y ya saben lo que pienso sobre eso, se me hacen sin sentido al igual que el arrepentimiento "el arrepentimiento es una emoción carente de sentido ¿No te parece?".

Me levanté y sentí como sí todo estuviese al revés, tardé unos segundos en asimilar la vista y notar que estaba nevando. Nunca había visto como nevaba porque en mi país no suele nevar y mucho menos en donde yo vivo, sólo la había visto una vez y era algo totalmente inusual, recuerdo haber salido con mi hermana al patio trasero y tirarnos bolas de nieve. Pero en éste momento no podía tirar bolas de nieve, debía llegar hasta los demás, no podía rendirme porque se lo prometí a todos, también se lo prometí a Gerard y a mi abuela aunque no recuerde nada de ella ¿Recordaré de ella si gano? Debería de preguntárselo a Pier pero no tenía tiempo, apenas podía caminar, traté de llegar hasta donde estaban Pier y los demás pero me caí y mi rostro toco la helada nieve. Sentía el frío recorrerme el cuerpo y parecía que la nevada se volvía aún más fuerte y parecía la tempestad de mi sueño. No podía rendirme aún. No podía dejar que Mephisto gane sin siquiera intentarlo, si había una mínima posibilidad de lograrlo yo iba a hacer que suceda.

Mi madre siempre decía que había que hacer todo lo posible para ayudar a los otros, entonces, los otros te ayudarán cuando lo necesites.

Además de que si no lo intentaba puede que me toque el mal karma, sé que es inútil porque creo que no hay peor karma que la muerte, eso creo. Supongo que algo peor que la muerte es que sufras en vida, que estés muerto pero en un cuerpo vivo y que ya no sientas absolutamente nada. Recuerdo que en unas de mis épocas depresivas no sentía nada, no quería nada y todo me daba igual, era más o menos como esta cita: "Todo da igual. Porque todo empieza sólo para acabar. En el mismo instante en el que nacéis empezáis ya a morir. Y así ocurre con todo". No recuerdo de donde había sacado esta cita pero me hizo darme cuenta de lo triste que era mi vida, me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que esta vida es la única oportunidad que tenemos de sentirnos libres y ser nosotros mismos. Aunque siempre he pensado que es mejor ser la mejor versión de nosotros mismos.

Hablo mucho del karma como si en verdad entendería lo que pasa con él, pero creo en él y siempre he llevado mi vida con respecto a él, creo que si todos creyeran en el karma y le darían la misma importancia que yo viviríamos más tranquilos. Una vez escuché a una amiga decir:

Cuando un pájaro está vivo, se come a las hormigas. Cuando el pájaro está muerto, las hormigas se lo comen a él. El tiempo y las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento. No subestimes o lastimes a nadie en la vida. Puede que hoy seas poderoso, pero recuerda que el tiempo es más poderoso que tú. Se necesita solo un árbol para hacer un millón de cerillos y sólo un cerillo para quemar un millón de árboles. Se bueno y haz el bien.

Y con ésta lección vivo siempre.

Theo se acercó a ayudarme y caminamos juntos hasta los demás, Matthew sonrió como tratando de decir "todo está bien" pero no lo estaba, yo sabía que no todo estaba bien y que probablemente todo se había ido a la mierda, Caroline estaba junto con Theo y parecía estar ilesa, seguramente él la había protegido. Sam estaba con Pier y Cara venía junto con ellos, parecía que no tenían heridas externas pero seguramente se sentían tan mal como yo y la nieve no ayudaba. Entramos todos juntos dentro del tren y nos refugiamos de la nieve. El vagón del tren se dividió en partes, dejándonos a todos separados, nunca había visto algo como esto en mí vida y me hubiese asombrado de no ser que seguramente los retazos del tren se dividían para matarnos o algo así, quedé solamente con Cara y no veía a los demás por ninguna parte, alguien gritó:

-¡Los saqué de ahí para que no se vuelvan a meter!- Reconocí su voz casi al instante, debió de gritar muy fuerte para que su voz se oyera a través de toda la nieve.- ¡Les advertí que no vinieran! ¡Ahora tendré que matarlos!- Cara tenía una expresión inescrutable, era simplemente ilegible.- ¡Lanzaré rayos al azar! ¡Si mato a uno será su culpa!- Concluyó de forma algo irónica porque terminaría matándonos a todos de igual manera si no hacíamos nada. Recordé el arma que había escondido dentro de la mochila, sabía que Pier también tenía una pero no lograba verlo y no sabía si haría algo o no.

Decidí correr hasta la mochila que estaba a un lado del tren, era consciente de que podía morir pero ya no importaba, no importaba nada porque si me quedaba en ése lugar moriría y sin hacer nada. Escuché uno de los rayos impactar a unos pocos metros de donde estaba y corrí justo después de eso, eran unos cuantos pasos hasta el andén pero sabía que podía lograrlo. Escuché a Cara gritarme a mis espaldas pero la ignoré y seguí corriendo, tomé mi mochila y busqué el arma, apunté y disparé.

No le atiné, pero al menos hice que la nieve parara y tener la total atención de Mephisto. Él me miraba y luego miraba hacia otro extremo, cuando la nieve al fin paró logré ver a quien estaba mirando. Pier, con su arma igualmente apuntándolo, su sonrisa burlona parecía tener todo controlado y que estaba dispuesto a disparar. Pensé que él acabaría con esto de una vez y que dispararía pero no lo hizo, sólo bajó el arma y se quedó mirándolo como estupefacto. Escuché un grito ahogado proveniente de Cara y otro grito más fuerte de Sam.

No entendía lo que pasaba, corrí hasta Cara y me obligó a bajar el arma. Mephisto sonrió y se acercó a nosotros.

-No lo hagas.- Logró decir Cara sin mirarme.- Sólo espera...

No la desobedecí, si hay algo que mis padres me repetían incansablemente era que respetara a mis mayores y yo no podía ir en contra de lo que había aprendido. Pier también se había acercado a nosotros y articuló una única palabra que me hizo entenderlo todo.

-¿Padre?- Articuló a decir, Mephisto lo miró y sonrió. Luego asintió y le dio un abrazo.

Magicians Ashes  #Wattys2016Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt