Capítulo dieciséis: ¡Los mataré a todos!

46 11 3
                                    





Conseguir lo que quieres es tan difícil como no conseguir lo que quieres. Porque entonces tienes que averiguar qué hacer con ello, en lugar de averiguar que hacer sin ello.



Dormí en uno de los cuartos de invitados, "dormí", sí, así con comillas porque me mantuve casi toda la noche despierto pensando en todo lo que me había enterado durante el día. El resultado de hablar la madrugada con Pier, el plan de salvarlos a todos, la locura de viajar a una especie de dimensión paralela o no sé qué no entendí ésa parte, Cara y mi abuela siendo amigas, mi abuelo... Todo era demasiado confuso, había una parte de mí que todavía pensaba que todo esto era una broma pero no creo que Cara, una mujer mayor, se una a hacer éste tipo de cosas.

Me mantuve despierto hasta que me dio hambre, bajé silenciosamente tratando de no chocarme con nada, sin éxito, porque me caí en el último escalón y casi me caigo. No me caí. Recordé lo que Pier había dicho sobre que "nosotros" no nos lastimamos y supongo que es verdad porque nunca he tenido yeso y tampoco me he rasgado la piel, ni siquiera afeitándome. Me pregunto que si yo hubiese conocido todos esos maravillosos poderes de los que Pier habló, si hubiese vivido su vida... Los extrañaría igual que él. Sí, pienso que es genial no lastimarse y poder reconocerse unos a otros con tan sólo hacer brillar los ojos pero todo esto (aunque me parezca genial) es lo único que quedó de una raza en la que ha ganado el malo. No pregunté cómo nos llamábamos o, siquiera, si teníamos un nombre o algo por el estilo porque creo que no tiene sentido, digo, no le veo sentido a preguntar algo que ya no existe... Bueno, sí, pero no quiero ponerle etiquetas a lo que soy.

Nunca me han gustado las etiquetas a pesar de que el mundo esté lleno de ellas.

No me gusta etiquetar lo que soy o no, no me gusta decir yo soy "tal cosa", él es "tal otra"... Si pudiera eliminar todas las etiquetas del mundo, lo haría y sin dudarlo porque creo que aunque parezcan hacer todo más fácil, también complican las cosas. Por ejemplo: Cuando un padre dice "mi hijo es bisexual", puede que alguien no entienda ése término y piensen cosas erróneas, para mí es más fácil decir "A mi hijo le gustan las mujeres y los hombres" , tal vez, muchos no estén de acuerdo con éste ejemplo así que daré otro: Cuando llamamos a alguien gordo/a, ¿Por qué llamarlo/la gordo/a? ¿No podemos simplemente llamarlo por su nombre? ¿No podemos simplemente llamarlo por lo que es? Llamar a las cosas por lo que son.

Lo mismo pasa con una historia o novela ¿Por qué catalogarlo por géneros? Cuando comienzas a escribir se te ocurren ciertas ideas pero si dejas volar tu imaginación todo puede ser más fácil, no te límites a las etiquetas o categorías, tú deberías escribir y ver lo que te sale y no tener que limitarte porque a la mitad de la historia aparezca un fantasma o que la historia se torne romántica por algún motivo. Hay algo que me dijeron una vez "Escribe, si quieres escribe, lo que sea. No importa lo que escribas, hazlo, pero la única condición de escribir es: Hacer pensar a las personas".

Recorrí el camino hasta la heladera y tomé un vaso con agua, pasé por el living nuevamente y no había notado la extraña sombra que estaba sentada en el sillón. Desde atrás parecía Pier, pero no lo era, no era él.

-¿Pier?- Pregunté igualmente.

-Oh, me alaga, pero no soy Pier.- Respondió la voz en la obscuridad, su voz podía resultar graciosa pero algo siniestra, hizo un gesto algo exagerado levantando las manos mientras lo decía.- Te dejaré ver pero sólo unos segundos, ven, párate delante de mí.- Pidió e hice lo que dijo, no hice ningún ruido porque no quería que nadie escuche, no sé por qué.

La luz se encendió y el cuarto se iluminó, un hombre de unos treinta y pico estaba sentado en el sofá del living, estaba vestido con un traje de gala blanco y morado, parecía ridículo porque tenía una galera  haciendo juego con el traje que llevaba puesto, su piel era pálida y estaba cruzado de piernas con dos dedos levantados y en posición de que había chasqueado los dedos, luego volvió a chasquearlos y todo se obscureció. No le llegué a ver los ojos y tampoco las facciones de su cara.

-Ya es mucho.- Explicó mientras por la sombras lograba ver que bajaba la mano y la colocaba sobre su regazo.- Vengo a hablar contigo, Nick, porque si hablo con PIer... Admitamos que no se puede hablar con Pier.- Bromeó, pero por alguna razón no me causó gracia y es raro porque siempre me causaban gracias los chistes en contra de Pier.

-¿Quién eres?- Le pregunté, se escuchó una leve risita en la obscuridad, risa que empezó a incrementarse en mi cabeza más y más. Me tapé los oídos pero eso no detuvo la risa en mi cabeza, luego de unos segundos de sufrimiento lo escuché decir algo y las voces cesaron.

-No importa quién soy, sé que lo deducirás pronto, sé que eres inteligente y que puedes escuchar lo que voy a decir.- Afirmó. Yo asentí en la obscuridad, parecía paralizado y no lograba moverme.- Sé lo que planean, sé que sabes que lo sé, sé que sabes que vas a morir si intentas asesinarme junto con Pier...- Comenzó a decir, su voz se incrementaba mientras hablaba pero sólo en mi cabeza.- Yo lo sé todo, Nick, ¡No pueden matarme y es inútil intentarlo!- Gritó, sentía que los oídos me sangraban o, al menos, que estaban gravemente aturdidos.- No lo intentes, eres más razonable que Pier, hasta más inteligente y creo que podrás entenderlo. No quiero matarlos.- Es hora de irme, pero si no paran haré que sufran, que sufran ustedes y sus amigos, ¡También todas las personas que alguna vez cruzaron una mínima sílaba con ustedes! ¡Los mataré a todos!- Gritó, parecía un poco inestable tanto él como su voz y después se levantó mientras sostenía algo en la mano que no logré ver, se balanceaba de aquí para allá, tiró un jarrón al piso haciendo que éste haga un escándalo estallándose contra el suelo. Luego se acercó a mí y me agarró por el cuello.- Escúchame, Nick, si continúas con ésta mierda morirás, más o menos así.- Amenazó y comenzó a faltarme el aire, no podía abrir ni la boca ni la nariz y sentía algo áspero en la garganta lo que me dificultaba tratar de respirar. Pensé que me mataría, que me mataría justo en ése momento, vi su sonrisa en la obscuridad, sus dientes blancos formando una perfecta dentadura. Cuando pensé que ya no podía más, me soltó.- Estás advertido.- Dijo riendo con su risa enfermiza, no paraba y no paraba en mis oídos, en mi cabeza retumbaba una y otra vez, luego finalmente desapareció y la luz se encendió.

-¿Nick?- Oí decir a lo lejos, mis oídos estaban un poco aturdidos y la luz me encegueció un poco.- ¿Estás bien?- Preguntó, reconocí la voz y era Theo pero no era su voz normal, su voz de plena confianza, parecía preocupado en verdad. Después de tomar un par de bocanadas de aire traté de responder pero no tenía voz, pensé en que no podía contarle porque primero tenía que contárselo a Pier.

-Estoy bien, sólo me levanté por agua y...- Pensé bien mi respuesta.- He pisado una cucaracha.- Agregué luego, ¿En serio? ¿Una cucaracha?

-¿Por una cucaracha te pusiste así?- Preguntó Theo parecía que se lo había creído así que seguí la mentira.

-Sí, es que me dan miedo, una vez me desmayé por una. - Mentí, él se rió.- ¿Dónde está Caroline?

-Seguramente durmiendo, duerme mucho...- Dijo riendo, nunca me imaginé a alguien hablando de Caroline de esa manera.- Creo que Pier tampoco está durmiendo, nunca está durmiendo, casi no duerme.

-Está bien.- Me dirigí al cuarto de Pier pensando en por qué no le había dicho a Theo sobre lo de ir al otro lado a matar a ése tipo tan extraño, es obvio, que Theo está mucho más capacitado y que también podría ir hasta el otro lado con él. No le encuentro sentido.

Yo necesito encontrarle sentido a todo.

-¿Pier? ¿Estás despierto?- Pregunté abriendo la puerta, me sorprendía que la tenga sin llave, teniendo en cuanto lo reservado que es.

-No, sigo dormido.- Contestó desde la obscuridad.

-No seas estúpido, vamos, tengo que contarte algo...- Se sentó en la cama y yo me senté en el lugar donde estaba la guitarra de su padre, la corrí a un lado y le conté todo lo que había hablado con aquel tipo. Primero se quedó callado, pensando y asintiendo en silencio, era la primera vez que tenía la atención de Pier al 100% y eso no me gustaba. Después de que terminé se pasó la mano por el cabello y dijo:

-Tiene miedo ¿Entiendes? Habrá visto algo que no lo favorece y por ésa razón vino a advertirnos.- Dijo animado pero yo no coincidía con su hipótesis.

-No creo que sea eso, Pier...

-Es eso, Nick, lo haremos y seguiremos con esto. Es una señal. Vamos por buen camino.- Afirmó, parecía tan seguro y animado que no quise arruinarle su alegría así que sólo asentí y sonreí.- Mañana empieza tu entrenamiento, ve a dormir, si puedes...

Magicians Ashes  #Wattys2016Where stories live. Discover now