Capítulo quince: Tres semanas.

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Tengo esperanza o podría no vivir.

-¿Qué pasa?- Preguntó Pier, no había notado que me había puesto un poco mustio y hasta puede que un poco decepcionado.

En mi toda mi vida no había visto nunca a alguien tan destrozado y al mismo tiempo tan entero.

-Ah... Nada, ¿Qué me querías decir?- Le pregunté mientras seguía inspeccionando su cuarto, un libro por aquí, una triste canción por allá, otro libro, una guitarra...- ¿Tocas la guitarra?

-Era de mi padre, eso me dijo mamá... Quería decirte que no le cuentes nada de nuestro plan, sobre lo de ir a matar al tipo y todo eso.- Explicó rozando la funda de la guitarra con sus dedos.- No quiero que mi madre sepa sobre esto.

-¿Tienes miedo a que te detenga?

-Tengo miedo a que venga conmigo.- Me respondió y parecía ser las palabras más sinceras que dijo desde que lo conocí.- Ya está, era solo eso, ¿Quieres saber algo más?

Seguí mirando su cuarto, me pregunto si tiene algo debajo de la cama, todos deben de tener algo debajo de la cama. Puede que, hipotéticamente, estén sus mayores miedos pero no sé si quiero conocerlos. No quiero arruinar aún más su imagen de él.

-Creo que no...- Me miró confundido y después abrió la puerta para que salga. No había nadie en el pasillo, por alguna razón, esperaba encontrarme con Matthew pero él no estaba ahí.- ¿Bajamos?

-Sí, quiero ayudar a mi madre, puede que escuches algo que te interese sobre tu abuela.- Contestó Pier, parecía importarle más que nada su madre y eso era gracioso porque a Pier no parecía importarle nada.

Bajamos, doblamos a la izquierda y encontramos a Matthew, un poco pálido, sentado en la mesa y Cara estaba en la cocina. Cuando entramos nos sonrió y se volteó hacia mí.

-¿Te gusta esto?- Me preguntó después de tenderme la cuchara con algo dentro que yo desconocía. Lo probé y estaba delicioso.

-Es fantástico.- Contesté, Pier rió a mis espaldas y abrazó a su madre.-¿ De qué te ríes?- Le pregunté sosteniendo aún la cuchara, le lancé una mirada y él contestó.

-Es que eres raro, nadie dice "fantástico", al menos, no escuché que nadie lo diga.- Contestó Pier, parecía querer sacarme de quicio de nuevo y no le presté atención.

-Tal vez las personas lo dicen, deberías salir más Pier.- Le contestó Cara y éste entornó los ojos mientras yo reía de la respuesta de su madre.

-Da igual.- Contestó Pier.- Nick quería que le cuentes algo sobre sus abuelos.- No pensaba que fuera tan directo, al menos, que se lo pregunte de tal manera.

-Oh... Está bien.- Se secó las manos en el delantal y dijo.- No recuerdo nada de tu abuelo, bueno... Ya sabes cómo es... Es como que sientes que existió pero no tienes recuerdos ni pruebas de que haya existido. Sé que éramos muy unidos los cuatro (Nina, tu abuelo, mi esposo y yo), cuando nos robaron los poderes mi esposo Daniel y tu abuelo fueron a enfrentarlo porque eran los más fuertes y más capacitados, eso es lo que sé, siempre me llevé bien con Nina pero no volvimos a hablar después del funeral de ambos. No encontraron cuerpos...

-¿Y cómo saben que murieron?- Pregunté un poco ensoñado, cuando me contaban una historia, me concentraba tanto en imaginármela que no razonaba las cosas obvias y terminaba haciendo éstas preguntas.

-Bueno...- Dijo sonriendo.- Cuando ni tus hijos recuerdan a su padre debe de haber pasado algo, ¿No? Desde ése momento todos los nuestros que muriesen, nadie los recordaría, sólo el amor de su vida y yo no sé por qué.

-¿No hay razón? Digo, debe haber alguna razón porqué sólo la persona que te ama te recuerde.- Acoté, eso me había dejado intrigado cuando Pier me lo comentó, éste estaba comiendo cosas de la heladera y tomando agua.

-Nadie lo sabe, no es que mantenga mucha relación con los demás pero saben que sólo las personas que alguna vez amaron a sus difuntos, son los que lo recuerdan.

Matthew entró en la cocina, ya no estaba pálido, pero se refregaba el estómago como hacía cuando tenía hambre.

-¿Falta mucho? Caroline y Theo ya están en la mesa y...

-Entendemos.- Contestamos Pier y yo al unísono.

-Ya está casi listo.- Contestó Cara, pusimos la mesa y nos sentamos a cenar. La cena estaba deliciosa, como siempre, no compararía la comida de mi abuela con la de Cara ni en un millón de años. Cuando terminamos Pier me condujo al cuarto que estaba después de la cocina, no había entrado nunca, era un tipo de gimnasio pero con armas y esas cosas, parecía un estilo de dojo un poco más moderno y entendía de dónde sacaban estos chicos sus músculos.

-Tenemos tres semanas, veamos qué podemos hacer con esto.- Dijo refiriéndose a mi cuerpo.

"Tres semanas"- Pensé, no sabía que faltaba tan poco para mi presunta muerte o el impedimento de mí no recuerdo.

Antes de irme Cara me mostró su "oficina" así la llamó ella pero no era más que el living pero con todos los demás viendo una película en uno de los cuartos.

-¿Qué quieres saber?- Me preguntó, le pregunté sobre el tipo que robó todos los poderes y ella me contó la historia que Theo había contado la noche anterior.- ¿Algo más?

-Quiero saber sobre los libros.- Sentencié.

-¿Qué tienen los libros?

-Pier dijo algo como que era su condena.- Le expliqué y sonrió.

-Lo hacemos para hallar algo sobre ése tipo, al menos, para tratar de hablar con él. Puede que entre todos esos libros haya algo. Sólo hemos descubierto uno el que dice que está en un lugar del que puedes ir pero no puedes salir, no podemos matarlo porque puede predecir su futuro y sólo hay un tren que nos lleve hasta allá y no queda nada cerca.- Explicó y luego agregó.- Igualmente a Pier le gusta leer, sólo estaba bromeando.

-¿Para qué quieren entrenarme?- Pregunté, lo entendía de Pier pero no de los demás.

-Por sí quiere volver a éste tiempo y terminar lo que no hizo en el pasado.- Contestó, parecía realmente preocupada con eso, tenía miedo de que vuelva para matar a sus hijos y terminar con la raza de una vez por todas.-¿Alguna más?

-Si se me ocurre alguna más se lo comunicaré.- Le dije.- Gracias Cara.

-De nada cariño.- Contestó con una amable sonrisa y después dijo.- Tenemos que ir a ver una película, ¿O no?

-Exacto.- Le contesté y fuimos al cuarto dónde estaba, obviamente, Theo y Caroline abrazados, Pier no prestando atención y Matthew mirando la película totalmente concentrado.- ¿Dónde está Sam?

-Ella prefiere leer a ver películas.- Me contestó Theo y acarició la mejilla de Caroline, ésta se sonrojó y le dio un pequeño beso en los labios.- ¿Se quedarán a dormir?

-Si ellos quie...- Comencé a decir.

-Claro que queremos.- Me cortó Caroline y le dio otro beso a Theo.





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!Hola! Perdón por no poder subir tan seguido como antes, casi no tengo tiempo, pero cuando encuentro un lugar escribo y escribo, espero que hayan disfrutado el capítulo y que lo voten. Faltan tres semanas, sólo tres.



Magicians Ashes  #Wattys2016Where stories live. Discover now