Capítulo trece: Nadie te recordará.

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Sólo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir. 






¿Alguna vez le han dicho que nadie los recordaría nunca? Que no importa lo importante que hagas con tu vida, no importa lo mucho que te hagas querer por tus familiares o amigos, no importa lo mucho que te esfuerces por destacar porque nadie te recordaría nunca después de tu muerte. Seguramente no, tal vez a alguien, pero no lo creo... 

-Entonces quieres decir que... ¿Nunca te has enamorado?- Preguntó Sam a mi lado, acercándose a la botella y tomando un gran trago.

-¿Si no quiero contestar puedo solamente tomar?- Pregunté sacándole la botella, Pier asintió sin mirar y miró a Caroline. Yo tomé un trago mientras escuchaba a Theo decir "sigue, sigue, sigue, sigue...", lo que tomaba era amargo y no me gustó, era obvio, nunca me gustaba.

-¿Me toca a mí?- Le preguntó y ésta asintió. Caroline estuvo pensando un rato, ella se tomaba casi todo en chiste y me esperaba algo gracioso, cosa que pondría nervioso a Pier.

-Confesión de una larga relación.- Sentenció Caroline, sinceramente, me esperaba algo más gracioso pero ella parecía estar muy cansada.

-No tuve.- Contestó tajante.

-¿Nunca nada?- Volvió a preguntar Caroline, éste negó y dijo:

-Tengo mejores cosas de las que ocuparme.- Después de eso fue a buscar otra botella porque ya se habían acabado todas. Todos se quedaron callados, puede que tenga razón, pero también era triste casi tan triste como alguien que lo ha estado buscando y nunca ha encontrado nada.

-Oh, Pier, siempre he admirado de la forma en que arruinas un ambiente.- Le dijo Theo, Pier se limitó a entornar los ojos y a beber un trago.- Yo tengo sueño, ¿Dónde dormiremos?

-No sé, acomódense donde quieran, yo no fui quien los invitó.- Dije riendo, todos miraron a todas partes buscando un lugar y yo llamé a Pier para que mirara las cenizas de los cajones, él me acompañó y las inspeccionó un rato.- ¿Son...?

-Sí, lo son.- Contestó sin que yo termine la pregunta, pasó su dedo por la ceniza y la deshizo en su dedo.- Tengo que explicarte muchas cosas más.- Agregó luego.

-No hoy, por favor, estoy cansado y confundido.- Le dije, él sólo levantó los brazos y se fue hasta el cuarto de mi abuela.- ¿Dónde vas?

-No pienso dormir en el piso, no soy un perro.- Contestó, lo detuve y me corrió de su camino como si fuera nada.

- No jodas, Pier, es mi cuarto y no es mi culpa que Caroline los haya invitado.- Me quejé. Él ya estaba tirado en la cama y cerrando los ojos, no sé si se quedó dormido al instante o si, en verdad, estaba mintiendo estar dormido.

Volví al salón en donde estaban todos dormidos, Theo y Caroline en el puff-cama y Sam acostada en el cochón de Matthew, él estaba en el piso, parecía que Samy lo había empujado. Moví suavemente a Caroline y después la moví más fuerte porque no se despertaba.

-¿Qué quieres?- Me susurró algo enojada.

-Pier está dormido en mi cama, ¿Quién lo mandó ahí? Esto es tu culpa, ve a sacarlo, seguramente está borracho y no quiero que vomite o algo por el estilo en la cama de mi abuela, no sé qué dijo de que no era un perro y no quiero que esté ahí, sácalo y te daré dinero, mejor libros, no sé...- Comencé a quejarme pero ella se volteó y me ignoró.- Mundana.- Murmuré. No podía dormir en el baño ni en la cocina, sería muy incómodo, no quería que Sam me patee así que volví al cuarto, le robé una de las frazadas de Pier y la usé como colchón. Pier forcejeó un poco para quitármelo pero estaba demasiado borracho como para hacer fuerza. No era tan tarde, eran como las tres y media, yo no tenía mucho sueño pero pude dormir, el menos, dos horas hasta despertarme y ver a Pier con los brazos a los lados mirando el techo, con su típica cara de nada.

Magicians Ashes  #Wattys2016Where stories live. Discover now