10. Nada más triste que un recuerdo feliz

3.7K 94 8
                                    

Aquí nuevo capítulo. Si no has leído los anteriore tienes que empezar por el "1.Todo fin..." Te gustará!. Y si sí los has leído estás praparada para este. Agradezco los comentatios que dejais! Me encantan :3. Nada más que decir, solo disfrutad.

10

Finalmente de haber pasado todos esos trámites otra vez estaba ya subiendo al avión. Era un pasillo estrecho y miré otra vez el número de mi asiento. Me costaba pasar entre la gente que guardaba sus maletas. Finalmente llegue, sí. ¿Pero…? Un señor de barriga cervecera, cara desgastada y con ojeras, pelo canoso alrededor de los 55 años,  estaba ya sentado en el. El mismo que me había topado antes del incidente en el restaurante, sí ese, el de la mala hostia.

-          Perdón señor, este es mi asiento.

-          Ni hablar, es el mío.

-          No no, en mi ticket pone que es el 67, y es este.

-          ¿Y? Yo me he sentado primero.

Vale, me estaba empezando a cabrear.

-          Mira no sé si sabe que las cosas aquí no van como usted quiere.

-          De momento lo están yendo.- Y se me ponía chulo el chaval...

-          Pues se van a acabar dentro de poco.

Poco a poco íbamos aumentando el tono de la discusión y notaba como las miradas de los pasajeros se aposentaban en nosotros. No me importaba mucho, la verdad.

-          Mira bonita, ¿no es usted tan amable de cederme este sitio al lado de la ventana? Me haría mucha ilusión- Ahora se me ponía compasivo.

-          No, no se  equivoque, yo no soy vieja como tú para que ahora me hable de USTED.

Sin casi yo acabar la frase desde un par de filas atrás se escuchó:

-          ¡Eeh!- Con mal genio. Provocó un silencio en el avión.

Un “¡Eeh!” que casi me arranca el corazón. Giré mi cabeza en dirección a ese chillido. Y la ví ahí, de pie. Esta vez no sonreía, normal en esa situación. Sin nada más que decir fuí andando hacía ella lentamente. No sabía lo que hacía. Mi cuerpo en un momento fue un hostal vacío que se iba alojando todo tipo de pensamientos y sentimientos que iban entrando a todo trapo, gratis. No me lo creía. Me planté delante suyo y después de mirarnos dijo:

-          Anda, deja de liarla y siéntate aquí.

-          ¿Aquí?

-          Sí, aquí, a mi lado.

Sonreí en mi interior, volvieron a aflorar los mismos nervios en mí de escasos días anteriores. Me senté lentamente. Y después ella.

-          Que le decías a ese señor, eh granuja?- Dijo Malú

Dios que vergüenza.

-          Nada,  no hemos hecho buenas migas...- Dije un tanto nerviosa.

-          No puedes ir así por la vida ¿eh?- Bromeaba y sonreía. Sonreí.

El avión aún no había despegado, pero lo haría dentro de poco, una voz anunció que nos sentáramos y nos abrocháramos el cinturón. De repente alguien cogió mi hombro, miré hacia atrás.

-          Hola de nuevo Valentín, encantada de volverte a ver- Dije y seguidamente sonreí. Estaba feliz, estaba por cantarle “y es que vuelvo a verte otra vez, vuelvo a respirar profundo y…” porque verle a el siempre significaba estar al lado de Malú. Pero mejor no, mejor calladita.

Juguemos a imaginar (Malú)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant