EPÍLOGO

3.3K 126 44
                                    

EPÍLOGO

Bastante tiempo después

-          ¿_____, quieres venir ya? ¡Me tienes que ayudar con todo este follón! ¡Y me tienes que contestar como ha ido! ¿Por qué no me has cogido las últimas llamadas?- Su voz emocionada me ilusionó a mi también. Un poco por todo lo que estaba pasando. Y sí, seguía pensando que lo mejor que podía decir Malú con su voz, era mi nombre.

-          Emm…sí, estoy de camino. Y justamente no te lo he cogido por eso…estaba en la entrevista, no te pongas nerviosa, cariño.

-          ¿Cómo ha ido?

-          Buff…ahora te cuento, nos vemos.

Dio un suspiro y al unísono dijimos:

-          Uno…dos…tres, cuelgo.

Guardé mi teléfono en mi bolsillo y me puse el casco de la moto. No como tiempo atrás; llegué pronto. Ya no había más metro, ni tren, ni nada. Ya podía ir cuando yo quisiese a donde quisiera. Aunque si por eso fuera no me movería de al lado de Malú.

Libre de tráfico, disfruté de la brisa. Pero no podía demorarme, yo también estaba impaciente, necesitaba verla ya.

Noté como el móvil me empezaba a vibrar en mi bolsillo. ¿Ahora quien era? Tenía las manos en el manillar de la moto, y lógicamente no podía soltarlo. La persona que me estuviera esperando se tendría que esperar al menos ocho minutos.

Cuando llegué, observé esa preciosa calle, que bien la habíamos escogido. Saqué mi casco y me limite a contestar a mi llamada perdida; mi madre.

-          Hola, mamá.- Solté con aires contentos- me has llamado, ¿no?

-          ¡Si, si! ¡Que no das señales de vida! ¿Cómo os va?

-          ¡Estamos muy ocupadas, por eso! Ahora mismo iba a ayudar a la piltrafa…

-          ¿Malú? Ay, ¡ayúdala, ayúdala! ¡Y cuando puedas le pides un autógrafo!

-          ¡Mama! No seas pesada, cuando os la presenté ya le pediste seis.

-          Pero es que ahora otra compañera me ha pedido y-

-          Que sí, ¡que sí! Yo se lo digo…

De mientras hablábamos me despedía de la moto y me dirigía al portal, un portal lleno de cajas. Nuestras cajas. Entonces escuché su voz desde arriba del edificio, desde una de las ventanas.

-          ¡Tú! Ya que subes, ¡trae alguna caja!

Me di la vuelta y hice unos cuantos pasos para ver a Malú asomada desde la ventana de nuestra nueva cocina.

-          ¿Así es como me recibes, chata?

-          ¡Ey! ¡Que yo te quiero!

En ese momento mi madre, la cual me había olvidado, replicaba desde mi móvil.

-          ¿Es ella? ¡Dile que se ponga!- Entre unas y otras….

-          ¡Mamá te cuelgo!- Me estaba hartando ya, yo quería estar con mi novia.

-          Oye, ¡no! ¡Una cosa!

-          ¡¿Qué?!- Lo acompañe de un bufido y ella se rió por mi desesperación.

-          Que os lo paséis bien! Y que…me alegro mucho por ti.

Juguemos a imaginar (Malú)Where stories live. Discover now