16. La cita.

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Capítulo 16. LA CITA. Esto prometee! Si no has leído los anteriores capítulos ¿a que esperas? has de empezar por el "1.Todo fin..." Si sí que los has leído estas preparada para este! Deciros que he cambiado la cafetería para darle un giro argumental a la historia! Es broma, solo la he cambiado, antes era "el café de l'opera" y ahora es el Zurich. Es otra ¿vale? Mis motivos tendré. En el anterior capítulo también lo he cambiado así que nadie notará nada shhht. No me lio más! Disfrutad!! 

16

La anterior noche me fui a dormir pronto. Mi cara para hoy tenía que estar limpia, despejada, lo más clara posible, y, sobretodo, sin ojeras. Objetivo medio conseguido. Digamos que me costó bastante alcanzar el sueño, por lo evidente.

Bien, pero hoy había despertado para alcanzar otro sueño, más importante que dormir. Jé. Encontrarme con Malú, nada más ni nada menos. Os situó: Mi plan ya había comenzado, todo estaba en marcha desde esta tarde.  Hacía alrededor de una hora y media me había peleado con mi madre, sí otra vez, formaba parte del plan. Era una bronca intencionada. Veréis, está tarde me había duchado y puesto bien guapa, estaba preparada para “salir” a mí “quedada”. Pero esta era la quedada primera, ósea la falsa. La cuestión es que nada más abrir la puerta para salir  mi supuesta “quedada”. Mi madre me para y me dice:

-          ¿A dónde crees que vas?

-          Pues a mí quedada.

-          Te dije ayer que no, ¿no te acuerdas?

Total que ahí le lamento todo lo que sé, ella me insiste en que le diga a donde voy, yo que no se lo digo y nos volvemos a cabrear, me dice que me vaya para mi cuarto y aquí estoy. Ahora mismo ella se piensa que ya he faltado a mí quedada, así que supuestamente no saldría de casa. Pero lo que ella no sabe que es que en mi mente todo estaba yendo como la seda.

Ahora mismo eran las 20:30. Vale que estuviera cerca de Barcelona pero tendría que ir en tren y metro. Eso era más tiempo. Así que en teoría, y mi plan era salir a y media. Pero hubo un pequeño contratiempo. Mi madre se encontraba en la cocina haciendo no sé qué. Y la cocina está muy cerca de la puerta de salida de mi casa, al menos en mi casa. Estaba sentada arriba de todo de la escalera. No podía bajar hasta que mi madre saliera de allí. Esperaba. Por un momento, como pensé anoche, se me ocurrió saltar por la ventana. Fui a mi cuarto y la abrí, bufff, muy alto. Lo que quiero es llegar bien a mí ‘cita’ (cada vez que decía ‘cita’ se provocaba un extasis dentro de mi :D) no con una pierna rota. Volví a esperar en las escaleras. Ahora mi madre estaba hablando por teléfono… se puede tirar rato así. Se estaba haciendo tarde joder! Pensé en intentar pasar sin que se diera cuenta. Era muy arriesgado, si me veía (ya preparada para irme) podría jugármela bien. Eso era lo último que quería. Vale que siempre escojo el riesgo, pero acababa de decidir que esa norma solo se podría llevar acabo en terrenos de amor. Aunque este en parte era. Que se ha dicho que no! Miré la hora, 20:45. Mierda! Tenía una hora de ida para llegar.

-          Bueno, que estoy liada, luego hablamos eh, adiós- Escuché a mi madre colgar.

Después, tuve un hilo de visibilidad, vi que se iba al comedor y escuché la tele. Se había tumbado en el sofá. “Super liadísima” Pensé. Esta era la mía. Bajé intentando hacer el menor ruido. El pulso me iba rápido, realmente me estaba escapando de casa. Abrí la puerta en silencio, aunque eso costaba más. Pisé la calle, noté un alivio en mí. Y muy a poco a poco cerré la puerta. Esta vez hizo ruido, pero no podía hacer nada más, no tenía tiempo a lamentarme por si mi madre lo había escuchado. Salí por patas. Cuesta abajo. La estación no estaba cerca pero llegué pronto. Piqué el ticket en el tren, mi madre desde entonces no me había reclamado la tarjeta T-10, dudo que se hubiera dado cuenta de que le faltaba.

Juguemos a imaginar (Malú)Where stories live. Discover now