11. Entre nubes.

3.8K 91 12
                                    

Han pasado unos diitas pero aqui nuevo capítulo. Si no has leído los anteriores has de empezar por "1. Todo fin..." Te gustará!. Si sí que los has leído estás preparada para este!. Es larguito ueueuee. Nada más que decir solo...disfruta!

11

Seguíamos en el avión. Pasamos rato calladas después de lo sucedido. Era un momento de tensión, no saber que decir ni saber dónde mirar. Me dio tiempo de calmarme, y sentirme mejor, al menos tendría que disfrutar el vuelo.  Tampoco quería que pensara que la odiaba, tener una relación ‘normal’. Esa tensión desapareció cuando la yaya de mi lado poso su mano en la rodilla de Malú pasando por delante de mi cuerpo claro, la yaya tuvo que estirarse bastante. Malú, que estaba mirando por la ventana, giró la cabeza hacía la abuela, un poco sorprendida.

-          Oye muchacha, tú me suenas de algo.

-          ¿Yo? Pues no sé la verdad- Bromeaba.

-          Que sí, tú sales en la tele- El tono de la yaya me encantaba. Tenía una voz muy peculiar.

-          No, qué va! Ya me gustaría jajaja.- Malú me miró haciendo broma. 

-          Pues no sé, ¿y no juegas a tennis?- Se me escapó la risa, la abuela me miró y volví a poner cara formal como pude.

-          Aah pues sí, yo juego mucho al tennis.

-         ¡ Ves cómo me sonabas!- Dijo la abuela victoriosa.

Yo reí a mis adentros, Malú me miro y río también. Yo hice un “no” con la cabeza conjunto una mirada desdichada que pretendía decir “que mala eres”. Ella ladeo la cabeza y subió los hombros. Nos entendíamos.

Malú sacó de su bolsillo un iPhone, con cascos. Me los enseño

-          ¿Quieres?

-          Xi- Sonreí lo máximo que pude.

Ella me dejó un auricular. Empezó a sonar algo. Madre mía casi me muero. Esos auriculares retumbaban en mi oído, me pude acostumbrar al volumen en el momento, me encantaban,  quiero unos auriculares como esos :3. La mayoría de canciones eran en español, las que suenan en la radio y conocidas, mi espíritu  me empujaba a cantar, pero ni de coña, já, teniendo a mi lado a quien tenía, NO. Me niego.

Al rato estaba cantando a lo bajini. Notaba miradas disimuladas de Malú. En una de esas miradas ella empezó a cantar. Yo, claramente me callé. No podía cantar, simplemente mi voz enmudeció. Empecé a escucharla. Era un ángel, un ángel cantando al lado mío, el idioma de los dioses.

-          Pero no me dejes sola- Dijo. JÁ Lo que ella pretendía yo no lo iba a hacer.

-          Me has cortao el royo, Malú...

-          Jajaja- Rió- Va mujer.

Pasó un rato, y empezaron a sonar las primeras notas de “Sin miedo a nada” de Alex Ubago con Amaia Montero. Me lo pensé, me lo pensé y me lo volví a pensar. cuando empezó a cantar cogí un micro imaginario y me dirigí a Malú haciendo “playback” timidamente. Vamos sin cantar.

Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida…

Ella se rió. Decidí hacer todo lo que pude para volver a escuchar su risa. Y sobretodo si la provocaba yo era el doble de gratificante. Así que empecé a ponerme en el papel melancólico, arqueando las cejas y todo, Malú primero volvió a reir (objetivo conseguido!) y no pude creer cuando después empezó a ponerse sentimental interpretando ella también su papel. Yo movía las manos, cerraba el puño, cerraba los ojos, como si estuviera cantando de verdad para ella. En el estribillo empezamos a “cantar” las dos. Fue emocionantísimo. Aguantaba la risa. Tocó su parte (la de Amaia Montero).

Juguemos a imaginar (Malú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora