43. Meciéndome en su pecho.

2.8K 93 10
                                    

43.

El sueño delicadamente se posaba en mis pestañas. Mientras la tranquila marea de su pecho me mecía y escuchaba el latido de su corazón a la vez. Podría decir que simplemente con eso se alcanzaba la gloría pero es que, además, me estaba tocando el pelo con dulzura.

La dulzura que había necesitado tanto y no contenta con eso la había imaginado bastantes veces. Ya era hora de cambiar la almohada por su pecho. Y definitivamente,  no, no era el mismo calor.

El sonido de su respirar me tranquilizaba, me susurraba todo el rato que ella estaba allí conmigo. Allí para no marcharse. Para no irse sin nada de mí. Y sin darme cuenta me dormí acompañada con un pensamiento bonito:

Después de aquel dulce beso, Malú fue quien, finalmente pidió entrar. Yo ya sabía desde el principio que quería entrar, se lo había preguntado y todo. Pero también supe lo que me quería decir con besarnos en la calle: todo había terminado, a la par, de que acababa de empezar.

Después nos separamos un poco para coger aire y respirar la una de la otra. En ese espacio me fijé en su coche y sonreí.

-          ¿Otra vez has venido en coche? Con lo lento que es eso…

-          Lo importante es que estoy aquí ¿sabes?- Me contestó alzando las cejas.

-          Ya pero…¿a caso no te sirvió lo de perder el miedo conmigo?

-          Verás…- Introdujo su frase mientras me cogía de la cintura y me hacía acercarme a ella, mientras sonreía- Claro que me sirvió. ¿Pero sabes qué?

Me hizo sonreír. Notaba como su voz chocaba en mis labios. La veía tan…tan perfecta.

-          ¿Qué?- Susurré atónita.

-          Nos faltó el último paso.

Se acercó más a mí y me besó el cuello. Llevándome al cielo, muy lejos. Yo cerraba los ojos solo a su contacto.

-          Así que… ¿aún tienes miedo a volar?

Ella, por no despegarse de mi cuello, hizo un murmullo pretendiendo contestar “sí”.

-          Pues te voy a enseñar a volar.

-          ¿Cómo?

-          Solo coge mi mano.

La llevé para a dentro. Mientras nos besábamos. Eran tantas las ganas…

-          Pero…¿llevas mucho rato ahí fuera?- Le dije sin apenas sepáranos.

-          Pues…un rato- Y se volvió a lanzar a mí.

-          Y…¿estuviste muy nerviosa?

-          Un poco…solo- Dijo en plan irónico. No me miraba, solo me besaba con ganas, contestando de manera rápida para conducirme hacía arriba.

-          ¿Cómo se te…ocurrió?- Hablábamos entre besos.

-          Pues…pensando…

-          Malú…-

Nos separamos un poco. Ella desistida por mi interrogatorio.

-          Cariño…

-          ¿Si…?

-          Como…comprenderás…mis…ganas…no…son…de…responder…a…tus…preguntas - Alternó cada palabra con un beso en mis labios y no pude evitar reír. Era tan tierna. Ojalá su frase hubiera sido más larga. En total diez bonitos besos.

Juguemos a imaginar (Malú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora