bro ✻ muke

第64章

los rayos del sol se colaron por las persianas del teñido una mañana del domingo, haciendo que éste se despertara gruñendo. frotó sus ojos discerniendo los molestos canturreos de las aves a tan temprana mañana, sinceramente no estaba de humor para presenciar alegrías.

decidió tomar un largo baño. aquello causó que sus músculos se relajaran así también deshaciéndose un poco del estrés. sintió que con una pizca de suerte podría tener un día tranquilo y olvidarse de toda la mierda que había ocupado los últimos meses. pero cuando bajó hacia la primera planta con el fin de satisfacer su estómago vacío, llegó a la conclusión de que estaba maldito y que el mundo estaba conspirando en su contra al no encontrar la última rebanada de pizza que había apartado anoche.

cuando cerró la puerta de la nevera soltando unos bufidos, oyó unos golpes a su puerta. michael se preguntó quién podría ser a las mueve de las mañana. estaba dispuesto a ignorar villancicos a pesar de que estuviera en plena estación navideña.

giró la perilla, y al abrir la puerta, no lo pudo creer.

luke estaba a penas parado enfrente suyo. lucía moribundo, con una apariencia un tanto machacada. llevaba un yeso en su fracturada pierna derecha y se mantenía de pie con ayuda de muletas. unos rasguños se podían visualizar en su rostro debido a la grave caída en la que tuvo la suerte de no morir, y de la cual el teñido no estaba al tanto.

pero todo aquello no fue la razón por la que michael se mantuvo callado en asombro.

el traje de banana que vestía y la caja de pizza en sus manos lo fueron.

"¿l-luke? ¿qué te p-pasó?" habló enteramente preocupado, ni siquiera la idea de mofarse de su atuendo pasando su cabeza.

"nada importante." respondió aunque la mueca de dolor que formó con su rostro le hiciera saber a michael todo lo contrario. "he venido para terminar con todo esto."

michael observó como luke cerró los ojos por un instante. su corazón empezaba a latir debido al suspenso. el rubio mostró una sonrisa y suspiró segundos luego, por fin había llegado el momento en que podría decirle lo que literalmente, moría por decir.

"terminé con armelia."

el muchacho parecía una piedra. había anhelado tanto oír aquellas tres palabras desde hace mucho, que ahora al hacerlo le parecía todo tan irreal. tan falso.

"hice lo que tuve que hacer desde hace meses. dios, fui un idiota. debí de haberme zafado de esa relación tan tóxica. debí de haberte escuchado." el rubio continuó. el otro seguía limitándose a mirarlo. "me siento tan tonto por haber sido tan ciego, michael. quisiera volver el tiempo atrás y responderte a esa pregunta como debí de hacerlo, 'te elijo a ti, sin duda alguna, mil veces a ti.'" su boca se encontraba seca y pasó saliva con desespero, tenía tantas cosas que decir. "cuando me dejaste aún no lo sabía, pero con la ayuda de alguien me di cuenta de lo que sentía realmente. siempre fuiste tú, michael. siempre fuiste tú el causante de mi felicidad y fui un estúpido al dejarte ir."

"l-luke, yoー"

"no, escúchame." dijo determinado a finalmente exponer todo lo que sentía. "me echaron a un bote de basura, tengo un moretón en la mano, rasguños en todo mi cuerpo y me fracturé la pierna al igual que rompiste con tus palabras tan duras mi corazón. pero no te culpo en lo más mínimo. nada de eso se compara al daño que te causé y asumo la culpa de todo aunque en ese entonces no hubiera estado consciente. era este chico tan ingenuo que no valoraba lo maravillosa que era esta persona, lo tan feliz que lo hacía."