Capítulo 15.

1.6K 185 141
                                    

Había ya pasado un mes desde su accidente, le habían hecho entrega a Gaster de una silla de rueda y hoy era la primera noche que salía a probarla. Grillby, los niños y él aprovecharon de pasear por el pueblo camino a casa, después de todo hacía mucho tiempo que el doctor no salía con ellos al exterior. Grillby era quien lo llevaba, pero de vez en cuando debía turnarse con ellos pues estos le pedían acarrear al anciano inválido, apodo que le habían dado hace unos días que Gaster tuvo que tolerar completamente.

Hasta ese momento todo seguía bien e igual que siempre. Grillby seguía cuidándolos en la mañana, durante su hora de almuerzo y después de trabajar, él nunca falló con tales tareas que él mismo se había dado porque de alguna forma estas ni siquiera parecían serlo sino más bien ya era algo del día a día. Él nunca se quejaba de nada, más bien al contrario, le gustaba el papel de nana que había adquirido en la casa se Gaster. Mientras tanto, los niños seguían aprendiendo bajo el cuidado de Gaster. Papyrus ya comenzaba a leer cuentos de más de 15 páginas y sabía escribir su nombre junto con el de los demás, dejando impresionado y lleno de orgullo a Gaster. Por otro lado, Sans como ya sabía leer y escribir correctamente a excepción de su caligrafía, había ocupado su tiempo libre para además de dormir aprender el lenguaje de manos de Gaster. Haciendo uso de su buena memoria guardaba en su cabeza los gestos y los movimientos de manos que de vez en cuando hacía Gaster alrededor de la casa, preguntándole también "sólo por curiosidad" cuáles eran las letras que él usaba. Las razones por las cuales lo hacía eran muchas.

Hacía frío, era ya media noche y aún les quedaba la mitad del camino que recorrer. Ambos adultos iban lento debido a que Gaster le había pedido a Grillby que lo dejara ver un poco más de tiempo el pueblo puesto que desde el primer día que había llegado nunca se detuvo a conocerlo adecuadamente. Sans y Papyrus aprovechaban de ir por todos lados a jugar, habían dejado de gritar y molestar luego de que el doctor los regañara al estar haciendo mucho ruido y que los vecinos se enfadarían por eso.

-¡Sans, Papyrus, ya les dije que no se subieran al árbol! -Les gritó Grillby por segunda vez.

-"Diles que si vuelven a comer nieve los encerraré en sus cuartos" -Escribió Gaster apretujando la pizarra entre sus dedos, decidido a levantarse como pudiera si volvía a verlos meterse un puñado de nieve a la boca. -"Cuando se enfermen veré quién ríe al último...".

-Hey, YO seré quien los cuide si se enferman, tú no... Cuando te recuperes podrás hacerles lo que quieras, pero por el momento yo tendré que encargarme de ellos.

-"Rezaré por ti desde hoy".

Grillby rió. -No creo que sea tan malo después de todo... O al menos eso déjame creer por ahora.

 O al menos eso déjame creer por ahora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Sans... la nieve no sabe a azúcar... -Dijo Papyrus decepcionado con un poco de nieve entre las manos.

-¡Papyrus, deja eso o nos matarán...! -Exclamó Sans susurrando mientras que discretamente le quitaba la nieve de las manos a su hermano

Shadows At Noon.Where stories live. Discover now