Capítulo XXI

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Lancelot siguió a Galahad hasta una habitación grande, parecía que podían estar alrededor de diez personas en ese lugar y cómodamente cada una con su espacio. Era una especie de sala pero muy lujoso, incluso, más que la gran sala del castillo de Lancelot, Percival y Gawain.

Galahad: Sentaros, caballero, quisiera escuchar todo desde un principio y saber después el motivo principal...

Lancelot: *se sienta en un diván con la pierna en cima de la otra en forma de cruz* Tu perspicacia y concentración en lo que te dije me tienen confundido
...relajaos y sentaros conmigo que esto es extenso.

Galahad: *respira hondo mientras ve al caballero quitando su visera* Temo a que...esto sea... ¿Habeis hablado con Sir Percival sobre esto?

Lancelot: Si, y no me ayudó en lo absoluto, sólo me dijo estupidez y media...

Galahad: No lo creo, Lancelot, estoy casi seguro que te estuvo advirtiendo de algo y como siempre tu orgullo no te dejo tomarle la atención que se merecía.

Lancelot soltó un gruñido entre dientes mientras se quitaba todo el casco, Galahad era de los poco que podía tener la razón ante Lancelot, pero como siempre al erizo azabache le molestaba y estaba dispuesto a seguir la contra.

Lancelot: *deja su casco a un lado de él* No he venido a escuchar tus sermones, quiero razón coherente para mí...

Galahad: *lo interrumpe* No se trata de razones coherentes, se trata de la verdad, por más dolorosa o absurda que se te haga no puedes evadirla para siempre...*suspira* no te diré más, sólo comienza a narrar lo que tengas que decirme y, después, intentaros dejar tu orgullo y testarudez a un lado para escucharme.

Lancelot miró a Galahad mientras rodaba los ojos y volvía a gruñir, pero después tomó aire y decidió platicar todo con cierta paráfrasis.

Lancelot: Ayer por la mañana me encontré con una plebeya cerca del lago, pensé que se trataba de algún truco pero no fue así, la eriza estaba herida y con una debilidad y miedo exponencial...luego de darme cuenta que el agua del lago la sanó le dije que se lavara todas las heridas y se curó por completo. En ese momento yo pensé sólo en su pureza y bondad cómo factor principal para ser curada, no por magia. Ella agradecida por el agua del lago dijo que me serviría; acepté y la llevé al castillo, puesto que me dijo que no tenía casa y lugar donde dormir. Todo fue bien y luego de haberse tomado un descanso la eriza trató con Percival y ella la retó para probar ciertas sospechas que tenía, aquí es donde aparece la primera sospecha de magia por parte de Percival además de su recuperación por el agua del lago; Sir Percival me dijo, que la eriza retuvo su ataque y no le permitió mover su mano...

Galahad tenía toda su atención puesta en el caballero del lago; se había sentado enfrente de él y no dejaba de mirarlo y de vez en cuando, bajaba la cabeza pensativo viendo el suelo con cierta confusión.

Lancelot: *enfoca su mirada en Galahad, viendo su comportamiento* yo tenía que probar todo eso que Percival me advirtió; Gawain comentó que podía ser bruja, pero rechazo eso después de yo mismo probar sus poderes...pude ver en su mirada como sostenía una batalla con la conciencia de su poder, muy salvaje y muy agresivo ese poder debo deciros. Luego de provocarla lo suficiente y haciéndola sentir mal y en peligro la eriza desató su poder en el comedor destruyéndolo todo e incluso, cambió su comportamiento gentil y temeroso a uno retador y agresivo...cómo si su poder hubiera dominado su conciencia al final de cuentas. También retuvo mi mano cuando quise golpearla en la cara.

Galahad miraba el suelo, Lancelot vio en el caballero de plata confusión y miedo, era la primera vez que Lancelot lo veía así, no entendía por qué todos tenían esas extrañas expectativas con Amy menos él.

Galahad: *nervioso* Lance...tengo que ver a esa plebeya, tengo que conocerla...

Lancelot afirmó con la cabeza mientras ambos cruzaban miradas, Galahad sabía y conocía los poderes de Lancelot, así que sabía que ese cruce de miradas le permitiría al azabache mirar en la conciencia de Galahad, pero no lo dejaría entrar más allá de lo que quería que viera y sintiera para tomarse las palabras y advertencia de él y Sir Percival muy en serio.

Lancelot: *extrañado, se pone de pie enfrente de Galahad* ¿Qué soñaste, caballero de plata?

Galahad: Algo que Sir Percival también soñó, y si lo que vi y siento son cosas ciertas...tendremos que...*silencio*

Por primera vez Lancelot podía sentir cierta preocupación por todo, si lo que los caballeros decían era real y muy importante entonces, tenía que tomarse las cosas ahora muy seriamente.

Lancelot: *desesperado* ¿tendremos qué, Galahad? Tienes que escupirlo.

Galahad: ¿ahora lo sientes? *se levanta de golpe enfrente de Lancelot* Decidme, Lancelot, ¿después de lo que viste en mis ojos te sientes igual de testarudo y en lo cierto de que son estupideces lo que hablamos?

Lancelot volvió a mirar a Galahad a los ojos, "quiero la verdad, ¡decidme la verdad completa!" se gritaba por dentro mientras la buscaba en los ojos de Galahad, pero sólo miraba ya lo que vio primero y ciertas advertencias de Percival.

Galahad: No perdamos el tiempo en esto, llevadme inmediatamente con esa plebeya, y resolvamos todo misterio.

Lancelot le dio la espalda al caballero, tomó su casco y se lo colocó mientras seguía el camino de regreso a la salida. Galahad fue al establo a sacar a Valiente (su caballo) del establo y le colocó el arnés y la silla para montarlo.

Mientras que el caballero oscuro ya fuera de la fortaleza llamó a Canalla con el clásico silbido y lo montó en movimiento.

Para cuándo Lancelot estaba trotando encima de Canalla y alejándose del castillo a la espera de Galahad este ya lo había rebasado a todo trote y sin perder el tiempo, el azabache aculó el caballo y le siguió el paso de regreso a su fortaleza, ambos no perderían el tiempo.

Cuando te Tuve a mi Lado... (Shadamy) •|REEDITANDO|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora