Capítulo XXVI

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Gawain y Percival estaban en el patio de armas discutiendo lo acontecido con Lancelot, todo había salido mal y la terquedad de él iba a traer muchos problemas.

Percival: ¿Por qué es tan...? ¡Agh!

Gawain: *suspira* Dejadlo, se le pasará.

Percival: ¿Qué no se da cuenta que esto es muy grave? Cosas malas se avecinan y en lugar de tomar una postura neutra se pone del lado de Amy...

Gawain: ¿y si siente algo que tú no sientes? ¿Qué tal si él ve algo que tu no?

Percival: ...lo único que siente Lancelot es atracción por ella, eso se ve en sus ojos...

Gawain: *sorprendido* ¿habláis en serio?

Percival: *suspira* no... No sé, puedo ver que se expresa con ella de una manera nada particular de él y es...confuso, para mí.

Gawain: *ríe* no creo que tenga nada de malo si le interesa, ¿Cuantas mujeres he tenido yo? Él puede empezar con ella...

Percival: "hombres" cómo ustedes me dan asco.

Gawain: ¡joder, por favor! Sos tan delicada, sabes a lo que nos referimos, no todo es...

Percival: *lo interrumpe* Ya, ya, guardáis tus palabras que no me interesa eso...mejor hay que pensar cómo hacer para que Lancelot reaccione ante la calidad de este problema.

Gawain: ¿entonces es un problema? Yo digo... Hay que hablar con Galahad y ver que piensa de Amy, si tú te sientes en paz cuando hablas con ella dudo que tenga planes malvados, tal vez esté ahí en ese sueño por otra razón desconocida todavía para vosotros.

Percival: *lo mira pensativa* tenéis razón, necesitamos hablar todos, y cuando me refiero a todos, hablo del caballero todavía no presente en este embrollo.

Gawain: Vamos a la gran sala, y hablemos de esto de una buena vez...

Los caballeros ya decididos a lo que harían comenzaron a caminar en dirección a la gran sala, pero no terminaron de cruzarla cuando vieron a Amy correr en dirección contraria, ambos la siguieron con la mirada y vieron cómo llegó al patio de armas y se desplomó de rodillas.

Gawain: *sorprendido y asombrado* ¿Qué sucede ahora?

Percival: *confundida, no deja de mirarla y gira sobre sus talones hacía ella* No lo sé... Pero...

- ¡ven y matarme por lo que te hice, Lancelot!- alcanzaron a escuchar los caballeros, ambos suponiendo lo que pasó comenzaron a acercarse un poco a Amy pero no completaron su caminar... Lancelot los rebasó y detrás de él, Galahad gritando:

Galahad: ¡Detenedlo! No puede matarla... ¡No debe!

Amy seguía de rodillas llorando, de pronto, sintió un jalón tremendamente fuerte de sus púas de la cabeza, este tirón la obligó a hacer su cabeza hacia atrás y de tanta fuerza aplicada estuvo a punto de caer de espaldas...pero algo detrás de ella se lo impidió...era Lancelot.

Lancelot con su otra mano libre puso su espada en el cuello de Amy, pero no del lado filoso, estaba al revés, pero la presión que el caballero comenzó a ejercer comenzó a asfixiar a Amy.

Galahad: *a dos metros de él* ¡no seas terco y sueltala! pudo mentirte, pero lo hizo por una razón y no fue para sobrevivir, todo el mundo tiene objetivos en esta tierra y el de ella es algo más que ser una plebeya sometida...

El azabache no hacía caso, estaba demasiado cegado por la ira, por el coraje y el engaño de la eriza. Seguía sin creer por qué había salido todo mal...¿por qué una eriza tan pura la engañó de esa manera? No lo iba a pasar por alto...no quería...

Cuando te Tuve a mi Lado... (Shadamy) •|REEDITANDO|•Where stories live. Discover now