Capítulo XLV

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Amy estaba todavía atónita por estar en el castillo, no podía evitar sentir ahora una extraña felicidad después de escuchar a Lancelot, no quería separarse de él, eso le indicaba su corazón. Cuando entraron a la sala, Amy vio mucha gente sentada en distintas mesas, y en el centro, una larga mesa llena de (por lo menos) unas treinta personas, jamás habia visto mesa tan más vasta de comida y llena de gente.

Ambos ya estaban de camino a esa mesa, los sirvientes les indicaban a ambos que caminaran hacia ciertos lugares ya apartados y justo a sus costados y frente dé, estaban los otros dos caballeros que ya se habían adelantado: Lamorak y Gawain, pero antes, Lancelot tenía que ver a el Rey Arthur, quien estaba encabezando esa mesa entre pláticas y risas.

Arthur: ¡Lancelot! ¡Al fin has llegado! *se acerca a prisa frente a los dos* ¿que esperáis? Sentaros.

Lancelot: *hace una reverencia quitándose el casco* Rey, disculpe si he llegado tarde...

Arthur: Oh no, no, no, estás justo a tiempo, además, ya veo porque lo habéis hecho...

El Rey miró de soslayo a Amy, en ella aumentaron los nervios por tener enfrente de ella a aquél erizo poderoso que la mandó matar; Amy, con nervios y extraños presentimientos hizo una reverencia muy elegante ante el Rey Arthur y pronunció:

Amy: Gran Rey Arthur, es un verdadero placer estar frente a usted y sobre todo, encontrarme en su castillo. *sin enderezarse de su reverencia*

Arthur: Hermosa dama, levantarte y decirme quien eres.

Pregunta que erizó las púas de Amy; sintiendo un gran nudo en la garganta y con el miedo de decir algo erróneo, inventó:

Amy: Soy damisela de la colonia central, ayudo en una de las posadas para los forasteros...mi familia aprovecha que tiene los recursos suficientes para hacer obra de caridad.

Arthur: *sorprendido* Que bien suena eso, *dirigiéndose a Lancelot divertido* ¿Cómo le habéis hecho para encontrar a una dama tan contraria?

Lancelot: *la mira de soslayo, pensativo* Realmente me encontraba de camino a mi castillo cuando pasé a la posada por necesidad de hambre, que os puedo decir, Rey Arthur, son situaciones llamativas que de presentan en una ocasión.

Arthur: *sonríe divertido* ¡Entiendo! Pero no importad eso ahora; sentirse cómodos en este lugar y disfrutad, sobre todo tú, Lancelot *lo toma del hombro* Caballero del Lago, vos merecéis esto y más de parte mía.

Lancelot: *baja su cabeza* Yo estoy consiente que no merezco más de lo que vos me ofrecéis, su majestad.

Arthur: ¡Por favor! Pero en fin, sentarse ya y comed.

Amy hizo otra reverencia de despedida ante el Rey y volviendo a tomarse del brazo de Lancelot con nervios para caminar y sentarse en la mesa frente a Gawain y Lamorak.

Como buen caballero y demostrando sus modales, Sir Lancelot movió la silla de Amy para que esta se sentase y después el caballero oscuro se sentó a un lado de ella.

Gawain: No sé porqué sentía que ambos tardarían más en llegar.

Lancelot: Eso decírselo a Percival y al albino, se marcharon de la sala y creí que llegarían enseguida de nosotros y nada.

Lamorak: *sonríe de soslayo recargando sus brazos en la mesa* esos dos ya se fueron a otro lado, estoy seguro.

Los tres caballeros rieron bajo ante sus suposiciones a excepción de Amy que, miraba con cuidado toda la sala y observaba a los invitados con cierto afán de querer saber quiénes eran. Estaba intranquila por estar rodeada de mucha gente y más por sentir "vibras" y presentimientos extraños...le apretaba el pecho. Lancelot miró a Amy de lado, ella seguía concentrada mirando y analizando despectivamente hasta que, Lancelot le habló muy cerca de ella:

Cuando te Tuve a mi Lado... (Shadamy) •|REEDITANDO|•Where stories live. Discover now