Capitulo 10

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POV Gabriel.

–No te atrevas a caer–me amenazo Ladybug sujetándome con ambas manos.

Prácticamente me arrastraba por las calles porque no podía volar. No con el dolor en mi brazo y la cantidad de sangre que dejábamos a nuestro paso.

Suspiré.

–No te daré el gozo de verme en el piso– murmuré con una sonrisa.

Habíamos decidido ir por calles poco concurridas para evitar las miradas asustadas de todos. Así que nos vimos obligados a ir por los caminos más largos.

Comenzaba a ser cada vez más difícil seguir el paso apresurado de mi compañera.
Mi fuerza era menor, por lo que no podía presionar mi herida lo suficiente para evitar que la sangre siga saliendo.

Mi traje estaba llenándose de ella, al igual que las manos de Marinette.
La preocupación en su mirada era notable.

Salimos del pequeño callejón, y después de ver a ambos lados cruzamos la calle para adentrarnos en otro.

–Conoces muy bien la ciudad para haber llegado hace solo unos meses–dije para romper un poco la tensión.

–Si, bueno. Tuve tiempo para visitarla a gusto.–respondió sería.

Asentí con la cabeza.

–¿Cómo te sientes?–preguntó sin mirarme.

Quise encogerme de hombros, pero tan pronto lo intenté el dolor volvió a esparcirse por todo mi brazo.

Gruñí.

–No muevas tu brazo–me regañó.–¿Quieres que nos detengamos un momento?

Entonces un pitido sonó. Era el pavo real en mi cinturón. Me quedaba sin energía y pronto volvería a ser civil.

–Si, por favor.–dije y me senté en el frío piso apoyándome en la pared.

El rostro de Ladybug estaba lleno de miedo.

Palpé el piso a lado mío.

–Siéntate–le pedí.

–¡Nada de eso, debemos llegar rápido antes de que tu transformación se termine!

Entonces la miré a los ojos. Levanté mi brazo sano, tomé su mano y la jalé hacia mi, para que se sentase.

–Estoy muy cansado, ya pensaremos en algo–respondí tranquilo.

Giró los ojos y se acomodó a mi lado.
Nos quedamos unos segundos en silencio escuchando la respiración del otro.
Entonces reí.

–¿Qué pasó?–preguntó.

–La situación es cómica, piensa en ello: dos héroes llenos de sangre descansando en un callejón oscuro. Cualquiera que pase por aquí se llevaría un gran susto.–reí.

De reojo pude ver que sonreía; pero no respondió.

Entonces los segundos volvieron a pasar; y a cada momento me sentía más y más cansado.

Mis ojos comenzaban a cerrarse.

–No te atrevas a dormir–me amenazó al darse cuenta.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Where stories live. Discover now