Capitulo 21

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POV Marinette.

Mi primer pensamiento al llegar a París fue LordPaon y no pude evitar emocionarme. Pronto lo vería.

Entonces Fu me miró y dijo:

–Tranquila, Mari. A su momento podrás verlo, pero por ahora no pierdas la cabeza. Es peligroso que te dejes descontrolar, inclusive cuando estés con él.

–Entiendo, maestro.–dije y continuamos nuestra marcha.

Tan pronto entramos a la casa y guardamos nuestras cosas, saqué el Libro de mi mochila y le pedí a Fu comenzar a leerlo.
Pero él lo alzó de mis manos y en su lugar puso unas cajas de madera.

–Primero, lo primero–dijo– nuestros clientes deben estar preocupados.

Suspiré y obedecí.

Visité primero a Lady Vadona, quien después de apretar mis mejillas por minutos y dejarlas completamente rojas insistió en volver a leerme el futuro. Tuve suerte de que entrara un cliente para poder escapar.
Después visité a Nahuel, el pobre hippie estaba totalmente abatido cuando me vio. No paró de llorar ni siquiera cuando cerré la puerta detrás mío y me encaminé a la tienda de Monsieur Pierre.
Este fue más sobrio y solo me dio una palmaba alegando que sabía que Fu no podía perderse mucho tiempo más.

Finalmente fui con Ayelén, la instructora de yoga, quien después de abrazarme y decirme cuánto me había extrañado me dejó ir; no sin antes prometerle volver la semana siguiente.

Cuando llegué otra vez a casa de Fu corrí al librero, saqué el Libro y lo tendí hacia él.
Pero él lo tomó y en su lugar puso un plato de comida.

Bufé, pero no desobedecí. Moría de hambre.

Al terminar de almorzar subí un momento a mi habitación y caí rendida sobre mi cama.
No quería dormir, solo quería descansar cinco minutos. Pero el sueño me ganó y terminé despertando cuando el cielo ya estaba oscuro.

Quise golpearme en la cara, había perdido el tiempo y aún no veíamos el libro.

Así que bajé corriendo, me dirigí al librero, saqué el Libro y fui con Fu.

Era de esperarse lo que hizo a continuación:

Alzó el libro de mis manos y lo intercambio por Tikki.

Mi pequeña kwami me sonrió divertida, sentada en la palma de mi mano.

Fruncí el ceño y miré a Fu.

–Es hora de tu patrullaje, querida.–dijo tranquilo–Prometo que mañana veremos el Libro a primera hora pero ahora debes irte.

Inhalé y asentí con la cabeza.

–Tikki, transformación–dije y corrí a mi encuentro con LordPaon.

Me senté en el frío metal de la Tour-Eiffel y observé mi hermoso París bajo mis pies.

Me dediqué a contemplar la cuidad de la luz mientras que los minutos pasaban.

Entonces en un momento comencé a sentirme incómoda. Sentía un comezón en mi espalda, por lo que instintivamente giré la cabeza.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora