Capitulo 18

5.4K 694 195
                                    

POV Gabriel.

–¿Qué pasa Gabriel?–preguntó mi madre mientras se sentaba al frente mío.–Estas decaído y no comiste ni un bocado del tallarín.

Dejé el tenedor a un lado.

–No tengo apetito.

Ella negó con la cabeza.

–Sabes que no saldrás a ningún lado si no terminas ese almuerzo.

Me encogí de hombros y comencé a comer. No importaba mucho, después de todo.

Así que cuando logré terminar el almuerzo y me levanté volvió a detenerme.

Me miró dulcemente y me tomó una mano.

–¿Qué pasó?–volvió a preguntar.

–Nada–respondí tranquilo.

Ella me analizó y luego sonrió.

–Ese "nada" es el "todo" de un enamorado.

Abrí los ojos sorprendido por lo que venía de decir.
«¿Qué?»

Yo no estaba enamorado.

Entonces divertida me soltó y levantó mi plato.

–No quiero que estés decaído por una chica, hijo. Sé que no me dirás nada, pero ten en cuenta que nada nunca está perdido.–Al finalizar salió de la cocina dejándome confundido.

Yo no estaba de mal humor porque me haya enamorado. Yo estaba extrañando a mi compañera y nada más. Además el problema no era que se fuera, si no que no se despidió.
«Si, solo eso.» me convencí, tomé una manzana y subí a mi habitación.

Recogí a Buddhi, me despedí y salí con dirección a una cafetería.

Era la misma a la que fui con Marinette, pero esta vez debía encontrarme con André.

Nos saludamos y sentamos después de pedir nuestros cafés.

–Entonces...–empezó –pensaste en mí propuesta.

–La respuesta es no, André. Te lo dije antes y lo volveré a decir ahora.

Este bufó molesto.

–Gabriel, estás perdiendo la oportunidad de tu vida...

–Ser modelo no es lo que quiero.–interrumpí.

–Pero puedes empezar en la industria de esa forma, la gente te conocerá. Y luego será más fácil para ti ser diseñador.

Fruncí el ceño.

–¿Tú qué ganas con esto?–pregunté curioso.

André nunca insistiría tanto si no tuviera una recompensa que sobrepase el doble de lo que me ofrecía.

–No importa lo que gano yo–dijo–¡Importa lo que ganas tú! –exclamó levantando los brazos– dinero, fama, prestigio...Podrías saldar la deuda de tu madre...–se detuvo cuando llegó la camarera a dejarnos el café.

Me sorprendí al verla, la reconocí al instante. Era la misma que tuvimos aquella vez con Marinette.

«No pueden pasar más de cinco minutos sin que pienses en ella» me regañó una voz en mi cabeza.
Tenía razón, así que intenté quitarla de mí mente y volví la vista a la camarera.

Le di una sonrisa y le agradecí por André  y por mi, ya que él no lo iba a hacer.
Esto hizo que se pusiera roja, tartamudeara unas palabras incomprensibles y prácticamente huyera.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Where stories live. Discover now