Eterno [MLB] // Gabrinette.

Capitulo 36

POV Gabriel.

–¿A dónde vamos, Gabriel?–preguntó Buddhi desde el bolsillo de mi chaqueta.

–A buscar a Marinnette.

–¿No teníamos que ir a ver cantar a Charlotte?

–Si, iremos.–afirmé cruzando la calle.–Esta vez llevaremos a Mari.

Buddhi hizo una mueca.

–No creo que a Charlotte le guste esa idea.–cantó.

Levanté una ceja y me agaché para tomar la llave debajo de la piedra.

–¿Porqué no le gustaría?

Me incorporé y la metí en la cerradura.

–Gabriel, no puedo creer que tu ceguera llegue a ese punto.

Rodeé los ojos.

–Mejor ocúltate antes de que Mari te vea.–le susurré y abrí la puerta para cerrarla detrás mío.

Entonces de pronto escuché música. Me adentré y descubrí que provenía de la sala.

Me aproximé con cuidado.

Al llegar no pude evitar sorprenderme frente al show que se producía.

Marinette bailaba con una escoba y cantaba junto a la voz proveniente de una radio en el piso.

Bailaba moviendo las caderas sin ritmo y su voz desafinada llenaba mi corazón.

Se veía hermosa, animada y perfecta.
Sonreí.

La amaba, y extrañaba poder abrazarla.

Me apoyé en el marco de la puerta y la observé esperando a que percatara mi presencia.

Pero en cuanto lo hizo dio un salto y cayó al piso. Me acerqué para ayudarla.

–Perdona.–me disculpé tomándole del brazo.

–¿Qué haces aquí, Gabriel?–preguntó notablemente enojada.

Al estar de nuevo de pie, se alejó de mí y fue a apagar la radio.

–Me alegra que vuelvas a sonreír.–admití feliz.

Su rostro se tiñó de rojo, me pareció adorable.

–¿Qué haces aquí?–repitió irritada.

–Tengo una sorpresa para ti...

–Ya no es hora del desayuno, es de noche.–me interrumpió tomando la escoba del piso.

–Eso lo sé, pero creo que es bueno para ti salir de esta casa.

Pasó de largo por mi lado y se dirigió a una pequeña puerta en el pasillo.
La seguí.

–No, gracias.

Abrió la pequeña puerta y guardó la escoba.

–¡Oh vamos!–exclamé entusiasmado.–Te gustará...veremos a Charlotte cantar.

Al escuchar su nombre su rostro pareció iluminarse y me miró.

–¿Charlotte canta?

–Si, en un café cerca.

Pareció dudar.

–Por favor, acompáñame a verla.–pedí.