Capitulo 39

4.7K 639 188
                                    

POV Marinnette.

–¡Marinnette!–gritó una voz desde el primer piso al abrir la puerta.

Era Gabriel.

Bufé y guardé el Libro en el cajón de mi escritorio.

–Marinnette, ¿estás aquí?–volvió a gritar junto con los chirridos de las gradas de madera.

Apreté el puente de mi nariz y me volví a echar en la cama.

Miré el techo y cerré los ojos con fuerza.

Sabía que Gabriel venía para reclamarme por nunca haber llegado a la cena.
Y la verdad era que quería ir. Quería conocer la vida secreta del gran Gabriel Agreste. Descubrir un día normal y común para él. Ver a su madre, a la abuela de Adrien...
Pero yo había hecho una promesa, y debía cumplirla.

La puerta se abrió de golpe y Gabriel dio un paso al frente, entrando a mi habitación.

–Hola.–saludé tranquila sin mirarlo.–¿Cómo les fue en la cena?

Escuché el bufido de Gabriel.

–¿Porqué no fuiste?

Me giré y lo miré a los ojos.

–Espero que la comida haya estado deliciosa, pero aunque no lo haya estado, estoy segura de que Charlotte lo disfrutó.

Gabriel frunció el ceño.

–¿Porqué no fuiste?–volvió a preguntar.

Y yo volví a ignorar su pregunta.

–¿Charlotte estuvo feliz? Estoy segura de que tu madre la amó, no existe nadie en el mundo que pueda odiarla.

Gabriel se acercó y se sentó al borde de la cama.

–¿Tomaron vino?–continué preguntando– ¿Te divertiste? ¿La besaste?

Pude observar que Gabriel se puso tenso ante mi última pregunta. Me miró dudoso.

Tragué saliva e intenté que las emociones no salieran a flote.

–Lo supuse.–reí.– ¿Y bien?

Noté un ligero rubor en sus mejillas.

Sentí que no podría soportar mucho esa sensación. Así que me levanté de la cama y di vueltas a la habitación, intentando estar lo más lejos de él.

Gabriel me siguió.

–¿Porqué no fuiste, Mari?–preguntó suavemente.–Realmente quería verte allí.

Me encogí de hombros.

–Tenía cosas que hacer.

–¿Qué cosas? ¿Seguir leyendo ese libro grueso?

Me detuve y me apoyé en mi escritorio.

–Si.–respondí seca.

–¿Realmente es eso? ¿O lo hiciste solo por Charlotte?

Comencé a sentirme nerviosa.

Caminó hacia mi.

–¿Hace cuánto tiempo sabes que le gusto a Charlotte?–preguntó sorprendiéndome.

–Hace un pequeño tiempo.–admití.

–¿Y desde cuando intentas ser la celestina?–Siguió acercándose.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Where stories live. Discover now