Capitulo 20

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POV Gabriel.

Eran las once y media de la noche y yo estaba sentado al borde de la Tour Eiffel con los pies colgando.

El patrullaje con Papillon siempre empezaba a las doce, pero algo en mí me obligaba a llegar antes.

«Esperas a que llegue Ladybug» dijo una voz en mi cabeza.

La ignoré. No quería pensar en ello, no hoy. Entonces me dediqué a mirar la luna con buen humor.

Esa misma tarde salí a comer a un pequeño restaurante hogareño con Charlotte, la camarera.

Llegué a su trabajo a las cinco y fuimos caminando hasta ese lugar.
Al principio se comportó muy tímida y reservada, pero poco a poco llegó a tener más confianza.

Era una chica muy divertida y ocurrente.
A pesar de ser mayor que yo por un año realmente supimos entendernos.

Suspiré.

Fue agradable olvidar por unas horas mi mal humor.

«Tienes la cara de ser un gruñón, Gabriel» dijo durante la comida «Pero en realidad eres todo lo contrario.»

No pude evitar sonreír al recordarlo.
Pero dejé de hacerlo cuando vi una sombra llegar saltando hasta donde yo me encontraba.

Me levanté para recibirla.

–Buenas noches, mi querido LordPaon–saludó Papillon con una reverencia.

Rodé los ojos.

Siempre intentaba coquetear conmigo, y la verdad eso no me agradaba del todo.

Aún muy en el fondo seguía sintiendo cierto rencor, aunque sabía que no era su culpa que Marinette desapareciera.

–Buenas noches –respondí seco– Vamos a patrullar.

Tomé mis abanicos pero ella me detuvo con su mano.

–La verdad...–dijo algo tímida– quería hablar contigo antes.

Levanté una ceja.

–¿De qué?

Ella se puso recta y me miró a los ojos.

–Somos compañeros, debemos pelear juntos para ayudar a la gente, estamos obligados a vernos todos los días y la verdad no creo que sea una buena idea que nuestra relación sea...–nos señaló –...así.

La miré confundido.

–No comprendo.

–Para que esto funcione creo que deberíamos ser amigos.–dijo– me duele saber que me odias...

–No te odio–interrumpí.

–Oh, claro que si. Siempre me miras con enojo, frunciendo el ceño. Y eres muy seco conmigo.–dijo poniendo sus manos en su cintura– Me regañas todo el tiempo, me culpas si algo sale mal como si fuera un estorbo para ti. Es claro que me odias.–bajó la cabeza–Y no sé porqué...

Al decir esto su voz fue casi un susurro.
La culpa se instaló en mi.

Me acerqué y puse mi mano en su hombro.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Where stories live. Discover now