Capitulo 19

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POV Marinette

Abrí los ojos de golpe y quise saltar de alegría.

Salí de la litera con rapidez y me puse mis zapatos para evitar que el frío piso de metal me congele.

Salí del camarote y subí a cubierta donde supuse que Fu estaría observando el mar.

No estaba equivocada.

–¡Maestro!–exclamé acercándome a él–¡Maestro!

–Buenos días, Mari–me saludó –me alegra que despertaras a esta hora, pronto llegaremos a Marseille.

–Eso es genial, maestro. Pero no vine por eso –dije emocionada – Vine porque tuve un sueño.

Esto le interesó y me miró dándome permiso de continuar.

–Bueno, era la misma escena antes de mi llegada–empecé –la lucha con ChatNoir para detener a Tempus-Fugit y HawkMoth. Peleamos, Chat se lastima, uso mi LuckyCharm y me lanzo sobre Tempus quien me trae aquí.–Fu asiente con la cabeza– Pero lo que me alegra es que en cuanto me voy, Chat no cae y muere. ¡Ahora todo volvió a ser cómo antes, ahora él sigue vivo y luchando!–exclamé emocionada.

–Esa es una muy buena noticia, Marinette. Eso significa que hicimos un buen trabajo al ir a Egipto.

Esto último desató un ambiente tenso.
Desde que nos fuimos no volvimos a mencionar ni el viaje, ni a Nihla. No estaba segura de que Fu quisiera hablar de ello, no después de lo que ella me confesó.

–Si, estoy tranquila con ello. Eso significa que mi amigo aún estará con vida cuando vuelva.–suspiré.

Nos quedamos en silencio viendo el mar y sintiendo las olas chocar contra el gran barco.

–Buenos días–saludó una voz detrás nuestro.

Nos dimos la vuelta.

–Buenos días, Jean-Paul.–dijimos en coro al capitán del barco.

–Llegaremos a tierra en unas cuantas horas más, así que dentro de poco deberían comenzar a alistarse–informó y luego se fue.

Nosotros sólo volvimos la mirada al mar.
Nuestras cosas se limitaban a dos mochilas.
Todos los trajes que alguna vez me prestó Nihla los dejé con ella. No podía llevar nada a Francia además de la peineta, y el Libro.

El Libro...

–Sigo sin comprender.–solté.

Fu me miró con curiosidad.

–¿Qué cosa?

–Porqué me dio el Libro–admití – usted dijo que debía demostrarle que era apta para recibirlo, pero en ningún momento me transformé en Ladybug...

–Nihla no necesitó conocer a Ladybug, ella simplemente conoció a Marinette y supo que lo merecías. Por eso te lo entregó a ti y no a mi.

En su voz pude notar cierta tristeza y decepción.

Tomé valor y pregunté:

–¿La extraña?

Se quedó uno segundos en silencio.

–Todos los días.–susurró.

Aquello me dolió mucho. No podía evitar pensar en mi relación con ChatNoir, y preguntarme si sería posible que terminemos de esa forma; tan lejanos.
No.
No, eso nunca pasaría, éramos muy buenos compañeros y pronto volvería a su lado.

Entonces metí mi mano al bolsillo de mi pantalón de pijama y sentí una tela suave.
La saqué y observé el pavo real que adornaba una de sus esquinas.

Eterno [MLB] // Gabrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora