Casa NO en venta (completa✔)

El "Sr." Welles

El día siguiente era el primer día del mes, el que destinaba a una limpieza general, sacando uno a uno cada producto de su estantería y pasando un trapo para quitar el polvo que se acumulaba en la madera. Me encontraba en ese momento subida a la vieja escalera, sacudiendo los apliques que estaban colgados bien alto en la pared, cuando de repente se abrió la puerta principal de la tienda e ingresó un joven.

—Buen día, siéntete libre de mirar lo que quieras, en un momento estoy abajo contigo —le dije, sin ocuparme de observarlo detenidamente.

—Gracias —contestó y empezó a deambular por la tienda, aparentemente mirando todo lo que había.

—¿Necesitas algo en específico? —pregunté al cabo de un instante, mientras le pasaba el trapo a uno de los últimos apliques.

—No, en realidad quiero comprar todo —contestó con naturalidad, ya había llegado al sector en el que yo me encontraba.

Me descoloqué por un segundo. —¿Todo? —repetí.

—Sí, todo lo que tienes en la tienda —insistió—. Puedo hacerte un cheque ahora mismo.

Traté de girar lo suficiente como para mirarlo y entender lo que trataba de decir, pero al hacerlo perdí el equilibrio y fui al suelo.

—¡Ten cuidado! —expresó y se abalanzó para sujetarme, me tomó en sus brazos a tiempo para evitar mi caída. —¿Te encuentras bien?

Asentí. Estábamos cara a cara y me percaté de lo apuesto que era. Sonrió y me puse de pie de nuevo.

—Gracias... por eso —dije avergonzada.

—Por nada, como dije antes, sólo necesito que me vendas este lugar y estaremos bien.

—Disculpa, ¿tú eres...?

—Oh, lo siento, no me presenté. Me llamo Ethan Welles.

Dicho esto, lo miré bien. Llevaba puestas unas ropas que se notaban nuevas y de muy buena calidad, un reloj de la mejor marca y zapatos relucientes.

—Welles, ¿eh? Ayer vinieron unos sujetos a presentarme tu propuesta. Cuando dijeron "Sr." Welles pensé que en realidad se referían a un señor, no a un... ¿cuántos años tienes?

Ethan sonrió. —Tengo veintiséis, ¿tú? Y también tengo que admitir que no me dijeron que eras tan bonita.

Temí sonrojarme por su comentario, así que me limité a responder su pregunta.

—Yo tengo veinticuatro.

—Me dijeron que aún no quieres vender.

—Como dije ayer, agradezco la oferta, pero no estoy interesada en vender, ni ahora ni después.

—Mira Jasmine...

—Jacqueline —lo interrumpí.

Me miró como si no comprendiera.

—Me llamo Jacqueline, no Jasmine —aclaré.

—Sí, como sea. Déjame explicarte cómo va esto. Las negociaciones están avanzando con todos los vecinos de la cuadra y una vez que se concreten, el proyecto se llevará a cabo. Este lugar es el único que me faltaría adquirir, así que por qué no nos ahorramos un poco de tiempo y me dices cuánto quieres por él.

—Mira Ian —dije a propósito.

—Ethan —me corrigió y sonreí.

—Sí, eso. Deja que te explique yo a ti. No estoy interesada en vender. No se trata del precio ni de hacerle perder su "valioso" tiempo a un chico que hasta hoy ni conocía. Se trata de que no voy a vender.