Capítulo 48

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Me acerque hasta la sala de estar para poder estar cerca de los chicos, en el sofá de tres personas había una chica a lado de Zayn y de Louis, se ve que tiene la misma edad que los chicos, su cabello era castaño tirándole a rubio y vestía con un vestido negro que le llegaba arriba de la rodilla, sus tacones eran del mismo color, además que le hacían ver más alta. Se notaba como reía con los chicos, llegue a lado de Luke que se encontraba sentado en el otro sofá.
     —Oh, hola Raven —dijo de manera alta tratando de llamar la atención de los chicos.
     Me senté en las piernas de Luke quien de inmediato me abrazo por la cintura. Todos se giraron a verme, la rubia miro a Zayn por unos segundos para después mirarme con una gran sonrisa.
     —Pequeña ella es Perrie, Perrie ella es Raven —nos presentó Zayn posando su mano en la cintura de la chica.
     Claro, como no pude reconocerla, Perrie Edwards.
     —Yo soy Perrie —dijo con una sonrisa en su cara.
     — ¡Claro! Eres Perrie Edwards, novia de Zayn y cantante en Little Mix.
     Río entrecerrando un poco sus ojos mientras asentía varias veces, me limité a sonreír. Toda la tarde estuvimos en la casa mientras veíamos a los chicos jugar videojuegos, aunque Perrie y Zayn todo el tiempo se besaban en el sillón que estaba enfrente del mío, pero cuando Michael se había dado cuenta me tapó los ojos de manera rápida.
     — ¡Oigan! ¡Si van a comerse mejor vayan a la habitación, hay niños presentes!
     — ¡Ya no soy un niño Ashton! —oí el grito de Luke—. ¿Por qué a Harry no le tapan los ojos?
     —Por qué Louis le quitó la inocencia que tenía.
     —Michael ya tengo suficiente edad para ver dos personas besándose
     Quitó sus manos de mis ojos con un leve puchero. Cuando los chicos se cansaron de jugar subimos para poder comer comida de verdad ya que Perrie ayudó a Liam a preparar la cena. Creo que han pasado ochenta y cuatro años desde la última vez que hemos comido lasaña casera, aunque Louis la haga todo el tiempo nunca le había quedado tan deliciosa.
     Subí a mi cuarto después de haberme despedido de los chicos y de Perrie, me coloqué la pijama al llegar y me lancé a la cama con el celular en mano, entré tantas notificaciones pude ver que una era de Reign, y sin esperarme más conteste.
     Reign: ¿Mañana tenemos escuela? :v
     Raven: Es obvio que si
L
     Reign: Que flojera, puedo jurar que hoy es sábado.
     Raven: ¿Crees que yo si quiero ir?
     Reign: Si 7u7
     Raven: Idiota.
     Reign: ¿O sea que no quieres verme?
     Raven: Ve al grano Armstrong.
     Reign: Creo que mañana ensayaremos.
     Cuando me di cuenta habían dado ya las once de la noche, todo este tiempo me la había pasado hablando con Reign, me despedí de él y deje el celular a lado en mi mesita de madera. Estaba a punto de dormirme cuando de la nada Perrie entró a la habitación tambaleándose y dejando caer algunas cosas.
     —Oh lo siento por eso.
     —No importa, ¿Estás ebria? —pregunté ladeando mi cabeza. Ella río de forma juguetona y se dejó caer en mi cama. ¿Zayn la violara?
     —Oye, ¿Qué tal te va con el pequeño Armstrong? Dicen que su papá es bueno en él se... —no la deje terminar cuando le aventé una almohada.
     — ¿Cómo sabes de que hay algo? —pregunté mirando cómo se trataba de sentar en su lugar.
     —Zayn solo habla de cómo su hermanita está saliendo con el vecino y de lo celoso que se pone, además hay millones de fotos en las noticias de ustedes dos.
     —Él es solo mi amigo —me encogí de hombros y comencé a buscar dichas fotos en el celular, era cierto.
     —También dije lo mismo de Zayn —hipó.
     —Es diferente.
     — ¿Diferente cómo? ¿Tú sientes algo por él? —preguntó feliz, rodé los ojos divertida y lo pensé por unos instantes, ¿Sentía algo por Reign? No lo sé con precisión, es la pregunta que ronda día y noche en mis pensamientos. Si le contaba podría decirle a los chicos, aunque no entiendo de que me preocupaba sí ellos ya sabían.
     —Creo que... Estoy enamorada de él —susurré lo último. Perrie soltó un fuerte grito cayendo de la cama.
     Gateó por la cama hasta quedar en la orilla para verla desde arriba.
     — ¿Te encuentras bien?
     — ¡Yo sabía que te gustaba! ¡Más que eso! ¡Niall James Horan ven a pagarme maldito!
     De la nada el rubio llegó de la misma forma que Perrie, con la diferencia que él entró sin camisa.
     — ¿Qué necesitas ahora? —preguntó desesperado como niño pequeño.
     —Págame, lo confirme —dijo extendiendo su mano, Niall bufó molesto y le dio los billetes de mala gana, salió del cuarto y después lo hizo Perrie para dejarme dormir.

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