He's no good [z.m] español

Capítulo 24: Sin privacidad

Dedicación: heisniall

Él ignora la llamada con un rápido dedo sobre la pantalla y me mira. Sus brillantes ojos se mueven de la pequeña bolsa hacía mi, y puedo captar una sombra de miedo en ellos.

-"¿Consumes esto?"

-"No," responde un poco, demasiado rápido.

Suspiro. Aún sosteniendo el paquete, asegurándome de solo tomarlo con las puntas de mis dedos, como si se pudieran grabar ahí con tan solo tocarlo.

-"Enserio Zayn, ¿¡estás metido en drogas!?" Siento la duda y decepción abrumándome. Tal vez él no esta dispuesto a cambiar en lo absoluto.

Extiende la mano y quita la droga de mi, se aleja y abre una gaveta de su armario, luego la esconde debajo de una pila de camisetas.

Me levanto de la cama y me paro enfrente de Zayn

-"No entiendes. No es una gran cosa," murmura, pero puedo decir que no quiero averiguarlo, ya que sus ojos evitan los míos, avergonzado.

-"¿Puedes ver lo malditamente estúpido que suena eso, Zayn? ¿Puedes imaginar que tan malo seria sí alguien se diera cuenta qué tienes esto?" No quería soltar maldiciones, pero no puedo hacer que tome conciencia.

Nos sentamos en un incómodo silencio por un tiempo.

-"Lo estoy intentando, ¿está bien? Las he reducido, realmente ya no las consumo más," suena enfermo, viendo abajo a sus manos, como un pequeño niño herido. A pesar de que esta vez quiero hacerlo -no puedo permitirme juzgarlo, aunque se que probablemente debería. Todo lo que quiero es consolarlo y hacerle saber que todo estará bien.

-"No sigues traficando, ¿verdad?" pregunto, dándole una miradita.

-"No," su voz es tranquila y suena bastante convincente. "En serio, lo juro, ¿está bien?"

Vuelvo a sentarme en su cama, cerca de él. No se si debería tocarlo o no, así que solo me quedo ahí.

**

Punto de vista de Zayn

Mis manos están sobre sus caderas como si hubiéramos empezado otra sesión de caricias. Se siente muy bien tocar su piel, y sentir su cuerpo tan cerca del mio. Me gusta tanto,que su débil toque hace arder toda la piel de mi cuerpo y me provoca un cosquilleo de deseo, haciendo crecer mis pantalones con fuerza.

Puedo decir que ella es virgen, lo cuál pienso es bastante adorable. Es pura, inocente, y por alguna razón, eso me hace quererla aún más. Quiero hacerle saber que puedo hacerla sentir bien.

Se que tengo que ir lento, ser paciente y todo eso, pero es muy difícil con las furiosas hormonas en mi cuerpo. Y vamos, soy un chico.

Coloca su mano en la parte trasera de mi cabeza, como profundizando aún más el beso. Siento sus dedos estirando mi cabello -algo que me doy cuenta que le gusta hacer- y me doy cuenta que ahora es mi oportunidad de probar suerte.

Cuidadosamente, coloco mi brazo alrededor de su espalda baja, haciéndola recostarse en la cama junto a mi. Mantengo mi brazo en su cintura mientras me cierno sobre ella, apoyando el peso sobre mi codo derecho.

Se ve hermosa. Su ondulado cabello castaño se extiende sobre la almohada y sus marrones, e inocentes ojos me miran con admiración, y no puedo estar seguro -pero me da una idea de que no esta 100% cómoda con la situación. Le sonrío, tratando de hacer desaparecer su nerviosismo ¿o es miedo? Me inclino para juntar nuestras bocas de nuevo.

Sus dedos empiezan a viajar, explorando curiosamente mi espalda y torso, mientras entierro mi cara en su cuello, besando y mordisqueando la sensible piel. Siento como sus uñas arañan mi espalda, y escucho un débil gemido mientras succiono la piel de su cuello, haciendo correr la coloración roja por la sangre, hacia la superficie.

Rápidamente me enderezo, tirando de mi camiseta sobre mi cabeza, arrojándola al suelo. Sus ojos se dirigen hacia mi torso, y mis tatuajes. Le sonrío de nuevo.

Desplazo mi peso, y pongo una pierna entre las de ella, ahora casi encima, enredando nuestras piernas. Bajo mi cuerpo ligeramente por encima de ella, apoyando mi peso en ambos codos, con la esperanza de que estando arriba de ella no la asuste. Sigo dejando senderos mojados sobre su garganta, hacia su mandíbula, mientras la sensación de hormigueo en mis pantalones se vuelve casi demasiado.

Dejo que mi mano derecha viaje hacia el dobladillo de su blusa, poniendo un poco más de peso sobre ella, y besándola de nuevo. Acaricio la piel de su estómago, y lentamente trazo un ligero toque hacia arriba, hacia su sujetador. Abro mis ojos para ver si está asustada. Pero sus ojos están cerrados, así que sigo besándola con más y más deseo.

Levanto el brazo y delineo el contorno de uno de sus pechos encima del sujetador, y me sorprendo al presionar suavemente mi entrepierna contra su rodilla derecha, en un empuje lento.

La fricción hace convulsionar a mi cuerpo con placer, respiro sobre su boca y muerdo su labio. Siento mi palpitante erección en el reducido espacio de mis jeans, desesperada por más contacto.

Me agarro a sus caderas, tirando de ella hacia mi, y colocándome entre sus piernas. En un movimiento dominante, rápidamente separo sus piernas, haciendo que se envuelvan alrededor de mi.

Siento mi erección tocando su sexo por encima de la tela de mis jeans y sus leggings. Mordisqueo mi labio, lujuria llenando cada una de mis células. Gimo, mientras me inclino para besarla nuevamente, presionando todo mi cuerpo contra el suyo, pero sus ojos ahora están amplios y abiertos. ¿Estoy siendo demasiado duro?

Frunzo el ceño, abriendo mi boca para hablar, justo cuando la puerta se abre.

Jawaad aparece en el borde de la puerta, con una sonrisa traviesa en su rostro.

-"MIERDA," me quito de encima de Zoe, y recojo mi camiseta del piso, presionando contra mi entrepierna para ocultar el bulto. ¿¡Por que mierda no coloqué el seguro!?

-"Oops," él ríe.

-"Demonios, tocar antes de entrar, pequeña mierda," siseo, por un breve momento olvidando de actuar amable enfrente de Zoe. Lo saco, fuertemente dando un portazo. ¡No hay privacidad con ese pequeño mocoso alrededor!

-"¡LE PROMETISTE A MAMÁ QUE ME LLEVARÍAS A MI PRÁCTICA DE FÚTBOL!" suspiro y miro a Zoe con una mirada de disculpa. Lo olvide completamente.
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