Capítulo 25 - Guerra de miradas

5K 534 342
                                    

Eso de llamarme «sirvienta» me hacía sentir como una patada en el trasero.
Tenía miedo. Mucho miedo. ¿Qué podría ser lo que Benito tenía que ordenarme? Al menos sólo será por siete días.
¡Nunca debí haber aceptado esto! Podría haberle ganado si tan sólo yo...

—Quiero que... —habló, haciendo que le mirase y se subió a mi cama haciendo puso una pose «sexy» en ella— lo hagamos —completó.

Puse mi mayor cara de repulsión.
Este chico desde luego no sabía quién era yo.

—¡Lo único que vamos a hacer es una pelea! ¡Sal de mi cama ahora mismo! —exclamé mientras me tiraba encima suyo, intentando sacarle.

—¡Oye! ¡que esta cama antes era mía! —defendió.

—¡Tú lo has dicho! Era tuya. Ahora es mía —le corregí.

—¡Además, deja de golpearme! ¡ni siquiera te he dicho qué vamos a hacer! —exclamaba, tapándose la cara con sus brazos para que mis golpes no le llegaran a ella.

Paré.

—¿Qué quieres que hagamos entonces? —pregunté.

—¿Qué pensabas que sería? —preguntó él, con cara de «sé demasiado pero me hago el tonto».

Mis mejillas se volvieron coloradas tras recordarlo.

—Creía que tú y yo... íbamos a... ¡bueno, dime de una vez qué quieres que hagamos! —pregunté, aún ruborizada.

Estúpido Benito bajito feo repulsivo molesto e idiota Drowned...

—Vamos a hacer... Una guerra de miradas —me dijo.

Levanté mi ceja incrédulamente.

—¿Enserio, Ben? —pregunté, aún sin creer que, del millón de cosas que podía obligarme a hacer, él me obligaba a hacer este estúpido juego de niños.

—Totalmente —asintió—, pero antes... —dijo, y se escondió bajo mi cama.

¿Qué mierda intentaba hacer?
Miré bajo mi cama y el muy jodido me asustó con un simple «¡Buh!», tal y como me asustó la primera vez... pero esta vez, me asustó en su forma «humana». Ahora era Benjamín Peters.

Lo cierto era que su forma humana me hacía sentir nerviosa. No sé, tal vez sea porque le he visto más bien poco de esa forma y es como si le desconociese. Como si fuera otra persona.
Aunque había algo que me desconcertaba...

—Oye, ¿por qué quieres obligarme a hacer este reto en tu forma humana? —pregunté suspicaz.

Él sonrió.

—Pensé que si lo hacía a lo Ben Drowned, te iba a incomodar por el hecho de mis extravagantes ojos y la sangre que gotea de ellos... ¿no te parece?

Bueno, tenía razón.

Empezamos el «juego» y no pude sentirme más incómoda.
Sus ojos verdes penetraban mis ojos ambar de una forma poco usual. No sé, notaba cierto gato encerrado en el juego.
Pero es que sus ojos... ¡Bueno! Lo único de lo que podía hablar es sobre sus ojos porque se supone que el juego trata sobre mirar los ojos de cada uno.
¿Y cómo se pierde? Quiero perder. No aguanto más la mirada de Benjamín, en serio.
Es que... me hacía sentir extraña.
¿Cuánto tiempo llevábamos así? ¿un minuto?

—Oye Ben, ¿cuánto tiempo...?

—Shh —me mandó a callar.

Hinche mis mejillas y fruncí mi entrecejo.
Este juego se me estaba haciendo eterno e incómodo.

Let's play『Ben Drowned』Where stories live. Discover now