Capítulo 33 - La rata sucia Pt.II

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No dejaba de mirar a esos dos mientras mantenían ensimismados una conversación sobre Dios sabe qué.
Me sentía tan a un margen, que decidí ir al baño tan sólo por hacer algo.
Me encerré en aquel habitáculo y me miré al espejo. Estaba horrenda. Mi rostro no era tan perfecto como el de Abigail... ¡pero era yo! Ya basta de estereotipos y mierdas, no voy a empezar a pensar en mis supuestos «errores superficiales», aunque es lo que suele ocurrir cuando te miras al espejo.
Así que caminé con la cabeza bien alta y abrí la puerta del baño.
Por favor, soy Ayleen Shawn...

—¡Chica, chica! —me llamó alguien. ¡Soy irresistible!

Me giré y vi a un chico de cabello negro y tez blanca. Sus ojos eran del color de la avellana.

—¿Ocurre algo? —pregunté.

—¿Te gusta ese videojuego? —preguntó, señalando mi camiseta. Tenía un dibujo de Undertale.

—Sí, ¿por qué? —pregunté extrañada.

—¡Me pasé el juego completo dos veces!

—¿De veras? Yo estoy por el final aún. Me queda poco.

—No es tan difícil

—¡Eres un friki! —le recriminé. Detestaba la gente que se regodeaba de sus logro.

—¡Pues igual que tú!

—¡Ya lo sé!

Nos quedamos sin mucho más que decir.

—Entonces... ¿te gustaría que discutamos esto con un café o algo? Si es que ya has comido...

—¿Me estás invitando?

—Te lo pagas tú.

—Si no hay más remedio...

Era perfecto, así no tenía que aguantar a la futura pareja.
Como chica educada que soy, caminé hasta la mesa donde estaban Ben y Abby y les dije que me iría a otra mesa con un amigo que acababa de conocer.
Al principio, Ben asintió con la cabeza, pero después me miró horrorizado y me dijo que no podía.

—¿Por qué no? —pregunté, indignada por no poder hacer lo que quisiera.

—Porque le acabas de conocer, y estoy cuidando de ti —respondió.

—¡Venga ya! Estás tan metido en la conversación con Abby que estoy segura que muero asfixiada con una uva y ni te das cuenta —le recriminé.

—¡Eso es mentira!

—¡Ya, claro! Pues no es justo que tú puedas hablar con una persona que acabas de conocer y yo no.

Ahí tienes, Ben.

—Es totalmente diferente.

—¿Lo es? —ironicé.

—Sí, él es un chico —señaló disimuladamente hacia el chico que acababa de conocer.

—No me digas... vaya, creí que era un elegante. Ahora me dejas más tranquila —volví a usar la ironía.

—Deja de ser idiota.

—Deja de ser controlador.

Y dicho aquello, caminé hasta la mesa donde estaba ése chico.

—Disculpa, ¿estoy causando problemas? —me preguntó.

—No, para nada.

—¡Vaya modales tengo! Mi nombre es Alexander, ¿y el tuyo?

—Me llamo Ayleen, un placer —respondí.

Let's play『Ben Drowned』Where stories live. Discover now