Capítulo 1

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[Carla García en multimedia]

NARRA LAURA

—¿Y dónde decías que está el internado?

Sí, mi madre y Carla siguen hablando, Carla se hace la interesada porque sabe que a mi madre le encanta hablar y que la escuchen; en algo me tenía que parecer a ella ¿no? 

El caso es que siguen hablando del maldito internado, y deje de escucharlas desde que empezaron, hasta que mi amiga dijo esa pregunta que llevaba un buen rato esperando.

A lo mejor, si hubieras estado más atenta a la conversación, te hubieras enterado de algo más, ¿no crees, listilla?

Cállate, que ahora voy a empezar a imaginarme mi "preciado sur."

Y es que prefiero que el internado esté en el sur porque nunca he estado ahí. El norte de España es muy bonito, pero digamos que me van más las playas calurosas y a tope de gente. Pero en el sur no hay días de lluvia que tanto me gustan. Agh, ¿no podía haber un punto intermedio?

Tengo familia en el norte, y cada vez que voy a visitarlos tengo que llevar más bien ropa de abrigo que shorts.

Pero es que vas en primavera, mongola.

Que sí, pero en el sur en primavera pueden ir en piratas y con jerseys finos, retrasada.

—Pues está en —cruzo los dedos— Marbella —aclara mi madre dándose la vuelta para coger un vaso. 

Carla me mira con odio, ella también quiere viajar al sur, o al norte, nunca se ha marchado de Madrid así que le da igual; pensará que soy afortunada y todo por ir a un asqueroso internado en Marbella,

Ruedo los ojos y me dirigo a mi madre:

—Mamá, voy a la habitación con Carla, adiós —digo rápidamente cogiendo una bolsa de patatillas.

—Vale, si queréis podéis ir haciendo la maleta para marcharnos cuanto antes.

—Si si, tengo unas ganas inmensas por marcharme. Vamos, que si no fuera por la estúpida maleta ya estaba allí -murmuro con sarcasmo mientras subo las escaleras.

—Serás guarra, dicen que en el sur se folla muy bien —me dice Carla una vez en mi habitación—. Y ya ni hablar de los potentorros que vas a tener, guapa. Me da que iré a visitarte más a menudo.

—Para que te voy a mentir, sólo espero que haya algún buenorro —le digo riendo, Carla me imita y me da un leve golpe en el hombro.

—Como vengas con novio y yo no tenga, paso de estar de sujetavelas —dice riendo. Me quita la bolsa de patatillas para coger un puñado.

—Primero, ya sabes que paso de tener novios, no sirven para nada. Y hasta que venga de vuelta en verano tienes tiempo de ligarte a alguien, zorra —digo mientras recupero mis patatillas.

—Ya, al no tenerte al lado, voy a ligar más. No sé si lo sabes, pero que sepas que los chicos ya no se acercan tanto por que te tienen miedo. Osea, que me espantas a mis pretendientes —me dice mirándome con obviedad, mientras me sonríe traviesa. A veces puede llegar a ser muy insoportable

Y eso porque no te has visto a ti de mal humor, querida.

Maldita conciencia, siempre jodiendo.

En fin.

—Ya claro, seguro que es por eso y no por tu cara de simio —le saco la lengua y mirándole divertida. Ella solamente rueda los ojos.

No me tientes, Álvarez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora