Capítulo 11

9.5K 352 69
                                    

CHAT

AA: ¿Que tal?

Aburrida.

AA: Yo igual.

Tampoco te pregunté.

AA: Pero agradeces que que te lo haya dicho.

Uy si, al saber que estas en la msima situación que yo, me puse a gritar de emoción.

AA: Voy a suponer que eso es sarcasmo, porque si no esto sería muy raro.

AA: Quiero saber más cosas de ti, como tu edad, de dónde eres,...

Pues vale, me alegro mucho.

AA: Haremos una cosa, yo te pregunto algo y luego tú me preguntas lo que quieras a mí.

¿Y te crees que voy a responderte a tus preguntas?
Bastante hago contestando a tus mensajes.

AA: Es sólo para pasar el rato. No tienes nada que hacer.

De hecho, en un rato tengo que ir a cumplir un castigo, por lo tanto estoy muy ocupada lamentándome de mi mala suerte.

AA: ¿Y te metes en problemas muy a menudo?

Eso no es de tu incumbencia.

AA: Creéme, sí que lo es.

Pues te quedas con la duda, chaval.

AA: ¿Por qué?

Porque puedo y .

AA: Así es imposible conocerte.

Ése es el propósito.

AA: Tengo asuntos pendientes, así que como no quieres desaburrirte, tendré que hacer la mierda de asuntos.

Veo que lo pillaste.

AA: Sí, pero mañana volveré a intentarlo. Pásalo bien en tu castigo :)

Hdp

FIN DEL CHAT


NARRA LAURA

Tiro el móvil a la cama. Por la zorra de Lisa, ahora tengo que ir a limpiar las aulas, y lo peor de todo, el idiota de Nick estará estorbando. ¿Puede ir a peor? Sí, el Acosador Anónimo que tengo agregado en Whatsapp viene a tocarme las narices.

Tras haber protesado a Clark, por lo menos me mandó limpiar un aula diferente a la de Nick. Si tuviera que estar con él en tan poco espacio, podría acabar peor que la situación del laboratorio. Sólo pensando en que voy a tener un cubo y una esponja en cada mano, me da asco. Y si pienso que es la aula en la que están los chicos más guarros, me dan ganas de suicidarme.

Pero tranquilos, que yo aún tengo neuronas y no voy a hacer cosa semejante por un castigo. Ya he superado esto más veces, pero mi instinto me dice que después de lo que pasó a las ocho de la mañana y de lo que va a pasar en un rato, nada bueno me esperará para esta tarde.

No me tientes, Álvarez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora