Capítulo 15

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CHAT

AA: Holaaasssss

Ádioss

AA: ¿Que cuentas?

Las neuronas que te quedan no, la última murió el día que me hablaste.

AA: ¿Por eso te crees superior, inteligente o algo por el estilo?

No es que me lo crea, es que lo soy.

AA: Ya, claro. No voy a ser yo quien te quite la ilusión😉

Pues entonces cállate.

AA: No, hoy tengo ganas de seguirte molestando.

¿Sabes para qué sirve el botón "Bloquear"?

AA: ¿Ése que usas con toda la gente que te habla, hasta quedarte sin contactos?

Tú eres jijijiilipollas.

AA: No digas eso sino me conoces.

Machote, no te conozco porque no quiero saber más de ti.

AA: A lo mejor soy una buena persona, sin neuronas, pero una buena persona.

¿Una buena persona dice que va robando a ancianas?

AA: Touché.

FIN DEL CHAT

NARRA LAURA

Una semana ha pasado desde la broma pesada que hice a Lisa. No paró de acusarme ante el director, pero no tenía pruebas.

Desgraciadamente, tenía más tinte en su habitación, de esos del Mercadona que te echas tú sola en casa. Aunque se le seguía viendo las puntas bastante marrones.

Ahora estoy esperando a su próximo movimento. Creo que ya lo tiene preparado, pero no estoy segura de qué va a ser.

Estamos en la hora de la comida. Salgo del pabellón de las chicas y me dirijo afuera. Tuve que ir a dejar mi móvil cargando porque no me quedaba batería.

Si se me muere el móvil, me muero yo. Estamos vinculados el uno al otro.

Cuando me dispongo a abrir la puerta, oigo un susurro. Giro la cabeza buscando a alguien, pero estoy sola. Debo dormir más por las noches en vez de mirar tantas fotos de Dylan O'Brien y Stephen James sin camiseta

Apoyo la mano en el pomo de la puerta y la abro. De repente, un líquido pesado cae sobre mi cuerpo.

—Joder, qué puto asco —gruño cuando descubro que es leche y que me ha manchado todo el uniforme. Rápidamente levanto la cabeza para encontrarme al causante de esta puta mierda, pero sólo alcanzo ver un mechón rubio de pelo.

Mierda. La Barbie me la ha devuelto. Y no me pienso callarme la puta boca.

Entro en el comedor y se hace un silencio incómodo. Cuando escucho risas me giro para ver de dónde provienen. Lanzo una mirada de advertencia y me centro otra vez en mi blanco.

—Parece que está de moda eso de cambiar el look —comenta Nick con sarcasmo.

—El que va a acabar con un look radical vas a ser tú como no te calles, subnormal —le saco el dedo del medio.

—No te queda mal —dice Lisa sonriendo mientras me mira de arriba a abajo.

—No me queda tan bien como a ti el color marrón, teñida —le guiño un ojo.

No me tientes, Álvarez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora