No me tientes, Álvarez.

Capítulo 17

NARRA LAURA

—Puedes sentarte con nosotros —Andrés me invita a sentarme con su equipo en su mesa.

La verdad es que me han hecho el día. Andrés es un viejo amigo al cual no veía desde que se fue de Madrid hace más de tres años. Pero siempre ha sido una persona muy importante para mí. No hemos perdido el contacto en esos años que no nos hemos visto, aunque es verdad que no hemos hablado tanto como esperaba.

Cambió bastante, sus ojos azules verdosos ahora parecen más oscuros y el su pelo negro ya no cae sobre su frente. Y el piercing que tiene en el labio le añade ese toque sexy que siempre ha tenido.

Su cuerpo está más trabajado que hace tres años, pero sigue con esa sonrisa traviesa.

—Has cambiado mucho —le digo.

—Qué pena que no pueda decir lo mismo —enarco una ceja—. Bueno, ahora ya no eres tan plana —añade entre risas.

—Echaba de menos tu sinceridad —digo mientras vuelvo a abrazarlo.

—¿No me vas a presentar a tu amiga rubia? Está buena —susurra y yo río.

—Claro —me separo de él—, Ale éste es Andrés, un viejo amigo. Andrés, ésta es Ale.

—La puta ama para los amigos —dice la rubia estrechándole la mano.

—Pues yo para ti soy Andrés, nena.

—Andrés, deja de ligar y vamos a comer —los interrumpe un chico.

—Ya voy, bro —contesta —. ¿Venís?

Asiento y los seguimos. Llegamos a su mesa, la cual solo está ocupada hasta la mitad, lo que me parece extraño.

—No es por ningún motivo, íbamos a invitar a Nick y compañía a sentarse con nosotros —me explica.

—Pues voy a buscarlos —Ale se aleja de nosotros y vuelve con el trío al que ya estoy acostumbrada a ver.

En cuanto llegan, se forma una tensión bastante notable. ¿Por qué? Con lo bien que podrían llevarse...

Su entrenador pasa por un lado de nuestra mesa.

—Chicos, dadles la comida que estarán cansados del viaje.

—Eso —dice Nick.

Andrés mira a dos de sus compañeros, estos dos se levantan de la mesa y van a buscar nuestros platos.

Mientras tanto, hablo con Andrés.

—Así que eres el cabecilla.

NARRA NICK

A Laura no se le ha pasado por alto eso. Se ha dado cuenta.

Demasiado lista.

—Sí, también soy el capitán de mi equipo —contesta el odioso de Andrés mirándome de reojo.

Pues a nadie le importa, pero bueno.

—Entonces sigues siendo el mandón de siempre —Laura ríe alegre.

Andrés deja escapar una carcajada y le pasa el brazo por encima de los hombros, atrayéndola más hacia él.

Hace esto por joderme. ¿Por qué mierdas se cree que me importa Laura?

Lo único que me enfada es que se aproveche de ella para molestarme a mí.

—Te acuerdas muy bien de mí —vuelve a hablar Andrés.

—Demasiado tiempo juntos —contesta la morena.

—A que sí, Nick —Ian capta mi atención. Al parecer estaban hablando él, Nate y Ale, pero estaba tan pediente de la parejita feliz que ni me había dado cuenta.