Capítulo 19

8K 324 100
                                    

NARRA NICK

—Debemos ganar chicos —animo a mi equipo—. Recordad que si ganamos tendréis la atención de las chicas de todo el internado durante un par de semanas.

Gritos de júbilo apoyan mi última frase.

—No creo que Laura nos preste más atención, ganemos o perdamos. Es más, creo que si perdemos se burlará de nosotros y sería la única forma de que nos hiciese caso.

¿Por qué coño aparece la morena en todas las conversaciones?

—Ian, ése no es el punto —le fulmino con la mirada, él se limita a encogerse de hombros, por lo que lo ignoro y prosigo—. Iker, yo, y todo el internado confía en nosotros, porque nosotros podemos chavales.

Más gritos de aprobación.

—Vamos a patearle el culo a Andrés y enseñarle quién manda aquí. Creo que lo hemos dejado claro con las arañas —finaliza Nate.

Pues la verdad es que sí. Cuando salí a comer algo, varios chicos que deben de ser más pequeños que yo, estaban asustados mirando sus picaduras. Laura y Ale se pasaron un poco, solo espero que esas arañas no fueran venenosas, porque de ser así,... No quiero saber que pasaría si fuese así. No creo que a los padres de Laura les haga mucha gracia cambiar a su hija de colegio por segunda vez, serían tres centros educativos en lo poco que llevamos de curso.

No sé por qué vino a este internado, tenemos mucha fama de niños pijos y a la gente no le solemos caer bien cuando descubren que vamos al internado para ricos y pijos de Marbella.

Superficiales.

Los chicos se van acercando al campo de fútbol para calentar por última vez antes de empezar el partido. Yo voy detrás de todos ellos acompañado de Nate.

—Fueron ellas, ¿verdad?

—¿A qué te refieres? —Le pregunto a Nate.

—A lo de las arañas, idiota.

—Ah, sí —digo como si no fuera importante. No le pienso contar que ayer entró en mi habitación y se quedó embobada contemplándome. Eso me lo guardo yo para un momento mejor—. Pero creo que Mar también hizo algo. Vamos, no creo que Laura supiese la existencia de ese spray tan siquiera.

—¿Spray? ¿Cómo sabes que es un spray?

—Me refiero a que... —busco argumentos mientras me paso las manos por el pelo— si pintaron áquella firma en el suelo con spray... supongo que atraerían a las arañas con algún tipo de spray.

—Pues a lo mejor —contesta pensativo.

Menos mal. Odio tener que explicarle las cosas a Nate, siempre me pilla. Es demasiado listo y sabe cuando miento.

—Pero no te creo. Te has pasado las manos por el pelo mientras dudabas. ¿Pero sabes qué? No te voy a preguntar. Paso de saber lo que estuvisteis haciendo Laura y tú, y lo que haya pasado con Lisa como para que después de cada pisada suya hubiese un terremoto.

Alzo una ceja. Ya me gustaría a mí pensar y deducir como él.

—No te rayes,... simplemente até cabos. Y saqué conclusiones —dice ante mi cara de asombro.

Llegamos al campo donde está el resto del equipo calentando. Justo entonces entran en escena Laura, Ale y la niña de primer curso que estaba con ellas el otro día.

No me tientes, Álvarez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora