No me tientes, Álvarez.

Capítulo 38

YAAAS, esto es una actualización, no es por culpa del sueño atrasado que tenéis. (arroba yo)

Os haré un breve resumen de lo que pasó en los últimos capítulos ya que llevo mucho tiempo sin actualizar. Si os acordáis ignorarlo, no va a estar everything pero no vendría mal darle un repaso si hace mucho desde que leisteis el último cap. O si tal, volver a leer los tres últimos publicados, pero no os juzgaré si la pereza os gana JAJAJ.

Ahora mismo la historia está a mediados de abril, a pocos meses de acabar el curso. Hace eso de dos capítulos Marta (una amiga con dos años menos aprox, que conocieron cuando hicieron las pruebas para lo del equipo de las animadoras) encontró en su taquilla una foto. Ilusionada, se la fue a enseñar a Laura, Mar y Ale, y resulta que en ella salían Lisa y Nick en los vestuarios. No sé si os acordáis de un reto/apuesta que hicieron hace unos meses Lisa y Laura, y quien ganara imponía un castigo a la otra. Bien, pues mientras Laura estuvo en Estados unidos en una competición de baile, Lisa tuvo que limpiar los vestuarios.
Laura abandona el comedor tras ver la foto.
Pero no se queda quieta, durante las clases dice que "va al baño" para buscar en la taquilla de Lisa pruebas, y se encuentra con el móvil de Nick. Y como si fuera poco, descubre que él le mandaba los mensajes del tipiño acosador (aka Acosador Anónimo). E indignada, interrumpe en clase de Nick y le dice a la profesora que el director le llama y si puede salir un momento. La profesora accede, no le queda remedio, pero Nick sabe que no es el director quien quiere hablar con él.

Os dejo aquí el fragmento final del cap 37, narrado por Laura

—Dímelo Nick, lo podré aguantar —digo fría—. ¿Una apuesta, un juego entre colegas, algún tipo de ritual que le hacéis a las que llegan nuevas?

Él me mira confuso.

—Joder, Nick. Si estabas jugando conmigo creo que a dos meses de acabar el curso podrías habérmelo dicho —subo el tono de voz—. Si tienes huevos para hacerlo, también para decirlo.

—Laura, yo no lo he hecho.

Enarco una ceja.

—¿Y quién fue?

—Ni puta idea, pero te juro que cuando lo sepa, se va a arrepentir.

Chisto con la lengua.

—Ya, y voy yo y me lo creo.

Saco su móvil —él me mira sorprendido por tenerlo, pero no hace preguntas— y le enseño los últimos mensajes del mismo chat.

Él los lee y después me mira intensamente.

—¿Donde lo encontraste? —pregunta—. La última vez lo usé en los vestuarios, pero se me debió de caer, y cuando lo volví a buscar ya no estaba ahí. Por eso no te pude desear suerte para la competición.

He de decir que no me esperaba la última frase.

—Taquilla de Lisa —respondo seca. Él aprieta la mandíbula y frunce los labios.

—Ahora sí que me la cargo.

Una vez ubicados, tenéis aquí el capítulo 38...

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NARRA NICK

De todo lo que podía pasarme hoy, tuvo que ser esto.

Nos encontrabámos en el final del pasillo, cerca de los baños, de los que, da la casualidad, salió cierta rubia de bote.

Nunca antes había usado eso a modo de insulto tal y como lo hace Laura, pero ahora ya ha tocado.

Los dos fuimos hacia ella, y ésta frunció el ceño al vernos enfadados y juntos en medio del pasillo.