Capítulo 3.

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Capítulo 3| Es una maldita perra

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Capítulo 3| Es una maldita perra.

Melanie.

― Bueno creo que ya llegamos.― James detiene el auto frente a la universidad.

― 12 Avenida número...901.― Murmuro, volviendo a revisar la dirección.

Ojala pudiera decir que no estoy para nada nerviosa pero mentiría porque realmente lo estoy, no me relajado desde que salí de casa. Mis padres me habían llamado para desearme suerte en mi primer día en esta nueva universidad pero la verdad es que no escuche mucho lo que me decían porque los nervios me estaban matando.

Salgo de mi pequeña burbuja de pensamientos al sentir la mano de mi novio encerrarse sobre la mía y lo miro.

― Debes relajarte, no tienes por qué estar nerviosa.― Trago saliva.― Melanie.

― Tal vez fue mala idea venirme...

― No, no digas eso.― Me cortó.― Si llegaste hasta aquí es para que puedas adquirir más experiencia y que mejor en una de las mejores universidades privadas de Seattle donde estudio tu abuelo.― Al verlo sonreír me hace sentir mejor.― Lo harás de maravilla, nena.

― Gracias por creer en mi.― Me quito el cinturón de seguridad y me inclino hacia él para darle un corto beso en los labios.

― Vendré por ti a las dos.― Yo asiento, mientras abro la puerta del auto.― Suerte.

― Gracias.― Respondo.

Mi novio me regala una linda sonrisa y yo se la devuelvo. Cierro la puerta del auto y le digo adiós a James quien pone en marcha su auto para así irse dejándome sola con el corazón latiéndome a mil.

Tomo una gran bocanada de aire y me giro para caminar al interior de la universidad. Ciento de estudiantes caminaban por alrededor y otros que supuse que eran nuevos se despedían de sus padres, mientras que yo me quedo asombrada al ver lo magnifico que es este lugar, cuando mi abuelo me hablo sobre este lugar nunca imagine que sería así de enorme, los edificios de ladrillos con ventanas de arco que lo hacían lucir elegante.

Sigo mi camino a buscar la oficina de la secretaria para que me den mi nuevo horario, apenas llego no soy la única que estoy esperando. Así que no me quedaba de otra que esperar y tomo asiento en una de las sillas azules desocupadas.

― Harold Simpson, Aranza Sarcos y Manuel Sánchez.― Llamó mujer apenas abrió la puerta, los tres chicos nombrados se levantaron y entraron a la oficina.

― ¿Están llamando a todos por orden alfabético?― Le preguntó a una chica que se estaba sentada al lado mío.

― Sí.― Contestó.

¡¿Es en serio!?

Los minutos transcurrían y transcurrían, por suerte y gracias al cielo fue mi turno y para mi sorpresa era la única a quien habían llamado. Así que me apresuro en entrar y cierro la puerta detrás de mi acercándome a la mujer de anteojos.

Choose me: Un Final Definitivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora