(Segundo libro de Choose me)
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― ¿Esto se acabó?― Pregunté, al borde de que mi voz se quebrará.
― Sí, lo nuestro termino.
Respondió él y yo con lágrimas en mis ojos, me doy...
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Capítulo final| Tú y yo estábamos destinados a estar juntos.
Melanie.
Muchas veces me preguntaba si merecía todo lo que hoy tengo. Siempre creí que nacíamos para tenerlo todo y ser plenamente feliz; pero no es así, te das cuenta que esta es la realidad, una realidad cruda y difícil, descubres que las cosas no son como tu creías, muchas veces estamos equivocados y no nos damos cuenta que estamos muy alejados de la realidad. Papá desde pequeña me decía que a veces algunas personas con dinero les regalan la felicidad a otros, pero también hay otros que se les niega ser felices, y muchos no saben apreciar lo que tienen hasta que lo pierden.
Creo que todos merecemos disfrutar de las cosas buenas, de los cortos momentos, de los pequeños detalles junto a las personas que más amamos o también solos; porque hay momentos en que se nos hace difícil obtener aquellos recuerdos que se nos hacen inolvidables y quedan grabados en nuestros corazones.
Pero yo digo que todos nacimos para ser felices aunque la vida puede llegar a ser injusta con nosotros, incluso ser injustos con nosotros mismos. No siempre será así, lleno de risas, sonrisas; muchas veces llegamos a perder las esperanzas de que la felicidad algún día llegue a nosotros y nos toque la puerta.
Y nos preguntamos:
¿Por qué yo?
¿Por qué tantos problemas?
¿Por qué me pasa esto a mí?
¿Dónde está Dios ahora?
Esa son algunas preguntas que muchas veces nos hacemos cuando algo difícil se nos presenta a lo largo de nuestras vidas, pero lamentablemente nunca podemos obtener las respuestas que deseamos oír y nos sumergimos en un océano de sufrimiento, dolor, cuestionándonos por qué la vida se enseña con nosotros.
Ahora hablo sobre mí, de mi felicidad, y sí, tengo una familia increíble y no hay días en que agradezca a Dios por lo maravilloso y bondadoso que fue conmigo por escogerlos a ellos como mis padres, a mis abuelos y hermano.
Y veo ahora feliz, casada con el hombre que amo y con nuestro bebé cargado en mis brazos disfrutando este momento maravilloso como es lo la maternidad, veo a James junto a mi admirando el rostro de su hijo con una sonrisa encantadora.
¿Qué más le puedo pedir a la vida?
Si ya lo tengo todo teniéndolo a ellos a mi lado.
Hoy es un día soleado y caluroso, han pasado varios días desde que nos dieron de alta. Estábamos descanso en la sala con nuestro bebé junto a nosotros, únicamente los tres.
