(Segundo libro de Choose me)
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― ¿Esto se acabó?― Pregunté, al borde de que mi voz se quebrará.
― Sí, lo nuestro termino.
Respondió él y yo con lágrimas en mis ojos, me doy...
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Capítulo extra II| Cuando una persona te rompe el corazón una vez, el recuerdo lo hace mil veces.
Kevin Britt.
Lo primero que hago al levantarme es encender la cafetera y poner a calentar un poco de agua. Mientras espero preparo dos tazas y caliento pan en la tostadora vieja de Alissa.
<<¿Cuándo será el día en que cambie ese viejo aparato?>>
— Buenos días.— Saludó, Alissa apenas sale de la habitación.— ¿Me estas preparando el desayuno?— Preguntó, se coloca de puntillas para dejar un corto beso en mi mejilla derecha.
— ¿No es obvio? A partir de hoy cuando comience a quedarme aquí me encargare en prepararte el desayuno.— Ella sonríe.
Tuvimos una larguísima noche, luego de ver películas de terror y pasar el miedo (más bien ella) nos pusimos ver películas de comedia y romance, hasta que terminamos teniendo una buena dosis de sexo.
— Entonces te invitare a quedarte todos los días.— Se ríe.
— Por mi ningún problema.— Me encojo de hombros.
Cuando el desayuno está listo nos pusimos a comer con lentitud mientras charlábamos, ella hablándome de su trabajo como secretaria y yo hablándole de mi idea de hacer un emprendimiento por mi propia cuenta.
Observo a la chica frente a mí y noto lo linda que es cuando sonríe, hemos estado saliendo hace meses pero yo no me he animado en pedirle ser mi novia aun. Sé que ella lo desea y está esperando a que se lo pida pero quiero que nos conozcamos mucho mejor antes de proponérselo.
Alissa es muy bonita, lo que más me gusta de ella son sus hoyuelos que se le forman en las mejillas cuando sonríe. Sus labios son finos y me encanta morderlos cuando tengo la oportunidad de besarla, sus ojos son negros oscuros como la noche y su cabello es de un color entre rojizo y castaño que confunde cual es realmente su color natural.
— ¿Seguirás mirándome?
— Te mirare las veces que quiera.— Se sonroja.
Es sábado y nuestro plan era levantarnos tarde y poder holgazanear un rato o tal vez toda la mañana, viendo películas o alguna serie pero esos planes cambiaron cuando mi mejor amigo me llamo anoche para invitarme a comer a su departamento y no me quedo de otra que aceptar.
Me ofrezco a lavar los trastes mientras ella va a ducharse, minutos después Alissa vuelve rodeando sus delgados brazos alrededor de mi cintura. La miro por sobre mi hombro con una sonrisa.
— ¿Segura que no puedes acompañarme?
— Me encantaría pero debo ir ayudar a mi sobrino con su disfraz.— Dice.— El lunes es su presentación en el jardín de infantes y quiero que luzca precioso.
