Capítulo 28

155 9 0
                                    

Ataque sorpresa


Me siento afectada por lo que sucedió hace rato, por lo que decidí mejor llegar a la comisaría lo antes posible, en vez de ir a mi departamento como lo tenía planeado, tenía que aclarar esto por una buena vez. Mientras conducía era inevitable limpiarme una que otra lágrima traicionera que salían de mis ojos sin previo aviso, como odiaba llorar de esa manera. Cada vez veo que se demuestra que el mundo en veces resulta ser demasiado pequeño, es bastante coincidencia que el asesino de cold street fuera el asesino de mis padres, hay cosas que no resultan en esto, porque cuando fui a ver su expediente, en las víctimas no recuerdo visto a mis padres, estoy en un dilema, será que me mintió, esa sería una opción y eso quiero creer, y si, todas sus pistas son una mentira o la mayoría y yo creyéndome todo para tal vez darle ventaja en mi confusión por descifrar las pistas, maldito asesino, a estas alturas ya no sé que és bueno y malo creer. Ya no sé si las cartas que me envía me han servido o sólo fue algo que utilizo para que las creyera, además quien me podría asegurar que las cartas me las mandaba él, es curioso y a la vez estúpido que hasta estas alturas le tome esta importancia a las cartas.

Y si, tal vez me envió esa dirección para seguirme y así poder desaparecerme como lo hizo con todos los detectives que estuvieron en su caso, a lo mejor les enviaba cartas a ellos y luego llegaba marcar una dirección para luego desaparecerlos, podría servirme el hecho de que me tuve que retirarme y que no estuve sola las mayor parte del tiempo, no podía soportar al recordar todos los momentos que viví con mis padres ya no tenía ánimos de nada, ni tengo ánimos para ir a la comisaría pero tengo que ir, si es algo necesario y me tengo que aguantar. Suspiro, lo único que me consolaría es que podría atrapar y dar con el asesino, y todo con el cabello que dejó en mi auto al intentar dejarme la carta, vaya estupidez por parte de él, pero vaya victoria para mí, pero me sorprende de que decidiera dejar la carta ahora adentro de mi auto, pareciera que es su primera vez haciendo esto, no tomo los cuidados necesarios y ajora sólo le toca pagar su pequeño error que le costara caro. Solo lo único que me queda es sobrevivir al asesino, procurar estar atenta a mis alrededores para que no me pueda desaparecer, preocuparme hasta de los pequeños detalles que podrían ser engañosos, y poder ser la detective que detuvo con la oscuridad de Overlond.

Después de lo que creo que fue apenas una hora, al fin llego a la comisaría y rápido llego y tocó la puerta de la oficina de Derek con desesperación.

—¡Ahí voy, espere un momento! —pidió adentro de su oficina. Yo estaba desesperada por lo que estaba cruzada de brazos moviendo levemente mi pierna derecha de arriba a bajo.

Veo que se abre la puerta y rápido Derek exclama al verme.

—¡Lisa!, ¿Qué te pasó? —tal vez tenía el maquillaje corrido por haber estado llorando pero en estos momentos, me importó un comino, yo solo necesitaba algo.

—Podrías darme el expediente del asesino de cold street —le exigí. Lo más probable es que me este pareciendo como una persona que ya no luzca cuerda.

—Sí, pero primero calmate, no luces muy bien que digamos, ahorita te lo traigo, esperate aquí —sin poder reprocharle algo me cerró la puerta, tiene razón, tengo que calmarme para no parecer al borde de la locura, aunque ya estaba por ese borde, así que respiro lentamente, intentando tranquilizarme unos momentos. Minutos después Derek abre la puerta para darme el expediente —. Toma. Parece que al menos me hiciste caso y te calmaste un poco, ya luego me dices que fue lo que paso para que llegarás a estar así.

—Gracias, al rato te lo regreso —no le di importancia a lo último que me había dicho.

—De nada, cuando quieras —luego cerro la puerta otra vez. Yo solo me di la vuelta para ir a mi oficina.

El asesino de cold street Where stories live. Discover now