▲ Capítulo 4 ▲

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Fue demasiado. Ver aquellos vídeos y los que se sucedieron, ocasionaron un cambio drástico en el centro de operaciones.

También es cierto que al principio todos temían a Light. Excepto Watari, claro. Aunque Lawliet estaba seguro de que si el viejo hubiese visto los vídeos habría seguido tratando al chico de la misma forma, tendiéndole la mano cuando más lo necesitaba.

Un día se dieron cuenta de que Light solo era un chico asustado, al que le habían arrebatado parte de la vida cuando cumplió ocho años y fue utilizado como una herramienta de experimentación. Cuando comprendieron eso, todo dio un giro radical. Las cosas comenzaron a cambiar para bien.

Near, con toda su seriedad, se dio cuenta de que Light era horriblemente inteligente, que resolvía puzles y acertijos con una facilidad asombrosa casi insultante, sobre todo para ellos, que hasta ahora pensaban que eran los muchachos mas inteligentes que había por allí a excepción de Elle. Mello no se lo tomó bien al principio, hasta que descubrió que podría hacerse amigo del castaño moldeándolo a su antojo.Porque Light jamás había tenido amigos o algo que se le pareciese, para él ahora mismo aquellos dos chicos eran casi todo su mundo.

― ¿Puedes resolver esto? ― Near, sentado con las piernas cruzadas, le enseñaba a Light un antiguo caso del que se habían encargado hacia un año,probando así su rapidez mental.

Light observó en silencio las pruebas visuales, frunciendo el ceño e ignorando los numerosos golpes que hacían Lawliet y sus hombres en el piso inferior. Señaló un par de pistas que en su día habían pasado desapercibidas para Lawliet, encontrándolas como si siempre hubiese sabido que estaban ahí.

―Impresionante ― dijo el albino, rebuscando en una carpeta azul algunos casos más ―. ¿Cómo es posible que hayas podido verlas tan deprisa?

Mello les observó desde la butaca, dejando el libro que leía a un lado mientras apretaba los dientes. Si ya de por si le costaba rivalizar con Near, hacerlo contra Light iba a ser un asco. Giró el rostro cuando Lawliet entró en la sala, observándolos a los tres. En especial a Light.

―Necesito que uno de vosotros me ayude ― curioso, se fijó en los expedientes del suelo ―. ¿Por qué están aquí las fotografías del caso Berlín?

―Probaba la mente de Light ― dijo Near, encogiéndose de hombros como si tal cosa.

Light miró con algo de temor a Lawliet, ocasionándole al moreno una inquietud repentina.Elle comenzaba a estar cansado de que cada vez que le veía, parecía asustado por su simple presencia. Bueno, también era cierto que Elle no había hecho gran cosa por acercarse más a Light aquellos días desde que vio los vídeos, pues no era un hombre que supiese como lidiar con los sentimientos de los demás.

―Bien...Mello, ven conmigo.

El rubio dejó la butaca para caminar tras Elle, girando el rostro antes de salir de la sala y apretar los puños al darse cuenta de que Near había ignorado aquello por completo, centrado en el chico nuevo y pasando totalmente de que esta vez fuese Mello el encargado de ayudar al detective.

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―Y ahora señorito Light, el azúcar.

Se movió por la cocina, tendiéndole a Watari el paquete de azúcar blanco que había en una de las pequeñas estanterías del fondo. Sonrió bastante feliz, mirando entusiasmado como el viejo mezclaba los ingredientes.Era la primera vez que haría dulces caseros y estaba bastante emocionado. Los pocos recuerdos que seguramente había tenido de su infancia, le fueron arrebatados cruelmente por la gente de los laboratorios, por lo que algo tan simple como eso era nuevo para él.

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now