▲ Capítulo 6 ▲

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Lawliet se sentó en las pequeñas escaleras que había en la entrada de la mansión, en la parte que daba al extenso jardín de la propiedad. Hacía un día espléndido y era extraño, puesto que estaban en época de lluvias.

Sus pupilos se encontraban a unos metros a distancia. Near sentado en el jardín con un libro sobre las piernas mientras que Mello jugaba al ajedrez con Light en una pequeña mesa de madera de color blanco. Ambos muy concentrados. Aunque Lawliet tuvo que aguantarse una risilla cuando vio el rostro del rubio ante otra terrible derrota frente a Light.

El castaño, inocente, se encogió de hombros quitándole importancia a eso y disfrutando simplemente de la compañía de los chicos. Se estaba haciendo bastante de querer por allí, a pesar de que Mello se mantuviese arisco y con la cabeza alta, como si no le tuviese ni una pizca de cariño. Lawliet se dio cuenta de que sus pupilos habían necesitado una persona como Light, un chico que les acompañase y no les tratase como unos superdotados que solo servían para resolver casos algo turbulentos.

―Parece que el señorito Light se adapta bien.

El detective giró el rostro para ver como Watari se sentaba a su lado, sonriendo de forma amplia. Todos allí comenzaban a querer mucho a Light, porque él también admitía que desde que habían comenzado los interrogatorios, quería protegerlo más aún si eso era posible.

―Si. Near y Mello le tienen cariño, a pesar de que intenten negarlo.

― ¿Y usted, señorito Elle?

Lawliet nunca se había caracterizado por ser hipócrita. No tenia necesidad de mentir a nadie sobre lo que sentía o dejaba de sentir.

―Yo también le estoy cogiendo cariño, a decir verdad. Quiero darle unos días de margen antes de retomar los interrogatorios porque realmente... está siendo algo duro, Watari. No solo porque este chico ha sufrido abusos sexuales por parte de su propio padre si no porque ha estado diez años de su vida encerrado en una habitación, sumido casi en la oscuridad total. ¿Cómo puede alguien soportar algo así? Es aterrador.

―Ciertamente lo es, señorito Elle. Es una pena que se haya perdido tantas cosas, pero confío en que van a ayudarlo todo lo posible. Ah...ahora que recuerdo... ― se puso en pie, sonriendo con suavidad ―. El señorito Mello me ha ordenado que le consiga unas cuantas películas y discos musicales que quiere mostrarle a Light. Parece que tus pupilos están decididos a iniciarlo en el mundo real. Espero que pronto puedan salir a dar un paseo por el centro de Londres.

―Tiempo al tiempo ― dijo el detective, mirando extrañado el cielo. No era algo fuera de lo común que un día soleado se convirtiese en uno nublado ―. Será mejor que entremos para almorzar, parece que va a llover.

―Bien, señorito Elle. Iré haciendo la comida.

―Ah...Watari... ―algo incómodo, Elle se rascó el tobillo con el otro pie, pensando en como decirle al viejo lo que Light le había confesado días atrás ―. ¿Podrías conseguir algo de carne para Light?

―Claro, no hay problema.

―Ya...bueno...carne cruda, Watari. ¿Entiendes? No hace falta que la cocines, seguro que Light la prefiere así.

Watari simplemente asintió, sin cuestionar la decisión de su protegido. A estas alturas y tras tantas situaciones extrañas junto a ellos, no le asustaba casi nada. Dejó solo al detective, que se giró para acercarse hasta donde estaban los chicos.

Near desvió la vista, mirando a Elle de forma seria y atenta.

― ¿Ocurre algo?

―No ― se encogió de hombros, escuchando a su lado la risa de Light. Le pareció un sonido bastante agradable que había comenzado a apreciar recientemente ―. Watari está preparando el almuerzo así que entrad en casa. Comenzará a llover de un momento a otro.

Sujeto Nº 24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora