▲ Capítulo 14 ▲

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Septiembre- Archivo Nº47

Sujeto:24 - Edad: 8 años

El sujeto experimental ha manifestado alteraciones cerebrales durante el sueño inducido, llegando a hacer uso de su poder a pesar de mantener los párpados cerrados. ¿Significa esto que puede crear conflicto sin necesitar el contacto visual al cien por cien?

Ha sido sometido a una prueba de iniciación de tolerancia al dolor con un éxito casi rotundo. Otros niños que creíamos especiales, murieron desangrados tras las primeras incisiones. El sujeto 24, sin embargo, ha hecho uso de su propio e increíble proceso de recuperación. Su piel se regeneró por sí sola, dejando un surco casi inapreciable que desapareció al día siguiente. Hemos anotado en el informe médico los resultados, queriendo aumentar el nivel de dolor en nuestra próxima sesión.


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Jamás deseó tanto como ahora hacer daño a una persona. Las sirenas de policía sonaban cada vez con más fuerza; los hombres gritaban y corrían inútilmente cuando los disparos de sus enemigos impactaban contra sus cuerpos, cayendo inertes sobre la hierba del extenso jardín. El olor a sangre le hizo recordar cosas malas y horribles. El aire, impregnado de dolor y angustia, creaba un nudo de sensaciones que se agolpaban en su estómago como víboras dispuestas a comerle las entrañas.

El relámpago que atravesó el cielo fue acompañado de un poderoso trueno que dio paso a una lluvia intensa que se desató sobre ellos. Vio a muchos hombres intentar huir de la policía, corriendo hacia los vehículos que habían dejado olvidados al otro extremo de la mansión.

No iba a permitirlo.

Elevó las manos, convertidas en poderosas garras sangrantes, y concentró todo su dolor en sí mismo. Las pupilas dilatadas le ardían y tuvo la certeza por primera vez del alto poder que surgía en su interior. Por el rabillo del ojo pudo ver el cuerpo inerte de Watari, aumentando así su furia contra los que habían ido a hacerles daño. Ya nada importaba. Era un monstruo y acababa de aceptarlo.

Los coches salieron disparados contra los hombres, golpeándolos con una fuerza inmensa que los hizo añicos. La sangre salpicó las flores y los gritos desgarradores alimentaron su alma escondida. Esa que les pertenecía a los dioses de la muerte, aquellos que lo visitaban desde que era tan solo un niño asustado.

Entre el miedo y la angustia, se movió con decisión dispuesto a terminar con todo. Una voz odiosamente familiar captó su atención. El señor Kai se arrastraba a cuatro patas por el suelo, herido de bala y pidiendo ayuda a los pocos hombres que quedaban. Todo era un caos y aún así, Light pudo sentir la gloria elevar sus deseos más oscuros cuando reconoció al hombre. Había escuchado sus palabras infinidad de veces encerrado en una sala de paredes blancas, llorando, a oscuras y sin tener ni si quiera un colchón donde dormir. Y ahora el que se arrastraba como un maldito perro era él.

Sus alas se extendieron justo cuando la policía llegó a la mansión y sin pensarlo, sin titubear, se lanzó contra Kai elevando las garras y atravesándole el rostro con una fuerza descomunal. Demasiado para que un humano corriente pudiese sobrevivir a eso. La muerte le llegó rápido, desfigurándole la piel de una manera grotesca y salvaje. Se ensañó sin darse cuenta de que ahora era él mismo quien gritaba, atacando sin tregua su cuello, su torso... Enloquecido, tuvo que jadear cuando comenzaron los disparos. La policía había abierto fuego contra él, ignorantes de qué era Light y asustados por el aspecto tan aterrador que presentaba. No importaba, nada importaba ya.

―No... Light...

La voz había sido un quejido, un susurro muy leve que a oídos de un humano corriente habría pasado desapercibida. Él estaba seguro de que podría reconocer la voz de Lawliet en cualquier lugar. Moviéndose mientras se cubría el rostro, sintió las balas impactar contra su espalda; los gritos de la policía y el ruido de más coches acercándose hasta la mansión. Se puso de rodillas junto a Lawliet, cubriéndolos con las alas para darse cuenta de la horrible herida sangrante que tenía en la espalda.

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now