▲ Epílogo ▲

931 113 51
                                    

Lawliet tuvo la certeza de que habían perdido a Light. Cuando lo vio caer sobre la camilla con los ojos muy abiertos y la expresión aterrada, al detective se le rompió el corazón. No fue capaz de mantenerse en pie. Se derrumbó de rodillas, sollozando descontrolado mientras Near avisaba por teléfono a Williams  y Mello intentaba reanimar al chico.

El detective se sintió miserable, pensando en si había sido la mejor solución posible. Planearon todo aquello a espaldas de Light; cada detalle, cada fallo que pudiesen cometer estaban más que pensados de antemano. Pero Lawliet siguió preguntándose si lo más adecuado habría sido inyectar el suero a menudo, manteniendo a Kira dentro del cuerpo de Light durante el resto de su vida. ¿Habría podido condenarlo a eso?

Aún así, fue un milagro que el cuerpo de Light sobreviviese a tan tremendo esfuerzo. Lawliet seguía triste, con una sensación de ansiedad y miedo ante lo que realmente podría haber perdido. Williams tuvo que pedir ayuda a dos doctores amigos suyos para reanimar al muchacho; le suministraron diversos componentes químicos y medicinas que equilibraron su cuerpo. El que ahora pertenecía a un ser humano.

Cuando Light ya tuvo las fuerzas necesarias para comer por sí mismo y poder caminar, Lawliet y los chicos lo ayudaron en todo momento, haciendo que su recuperación fuese más llevadera. Para Light fue muy extraño sentir que Kira ya no habitaba dentro de él, manejándolo a su antojo para manipular sus instintos. Obviamente aún tenía secuelas psicológicas, pesadillas y malos momentos en los que buscaba desesperadamente el abrazo de Lawliet. Su apoyo incondicional.

El detective decidió que trasladarse a otro lugar iba a ser una buena solución. Tras lo acontecido, era necesario para todos comenzar de nuevo, lejos de Inglaterra. Para él mismo era imprescindible. Inscribió a Mello y Near en la universidad cuando ambos superaron el examen de conocimientos y actitud, sin dejar de lado el empeño por ser detectives a pesar de que Elle se negaba en rotundo. No podría soportar exponerlos de nuevo a investigaciones como la de los laboratorios. Pero ya se sabe... ¡Sus pupilos eran orgullosos!

Encontraron un apartamento muy bonito al oeste de San Francisco, adaptándose rápidamente a la vida allí. Light le pidió a Lawliet que lo ayudase, queriendo estudiar y recuperar los años perdidos de la educación de su infancia, pues aunque en los laboratorios le habían enseñado algunas cosas, no era suficiente. La relación entre ambos se volvió todavía más cercana; no pasaba un solo día en el que Lawliet no besase con amor al muchacho, demostrándole lo mucho que lo quería y sin querer admitir en voz alta que a su vez, Light también era su salvavidas, sobre todo cuando las pesadillas regresaban o la tristeza por los recuerdos carcomían su mente de una manera cruel y horrible.

Cumplía cada una de sus promesas, asegurándose así de que Light nunca más sufriría ningún tipo de dolor.

A pesar de todo esto, a Lawliet aún le quedaba una última tarea como detective.

Agarró con firmeza el comunicado que llevaba en las manos y se aseguró de que los medios de comunicación estaban más que preparados para su testimonio. Gracias a sus contactos y a la gente que había ido conociendo a lo largo de tantísimos años investigando como detective, parte del gobierno tuvo que aceptar con intriga que llevase a cabo una emisión oficial que había prometido que iba a ser crucial en las decisiones del país entero. ¿Cómo iba a imaginarse el gobierno de lo que se trataba? Siempre habían tenido cuidado con la experimentación en humanos, ajenos a que el mejor detective del mundo les seguía los pasos muy de cerca.

Como era obvio y siendo ya una costumbre para Lawliet, su presencia no fue física. No iba a exponerse ante un montón de policías armados y un gobierno que seguramente querría su cabeza en bandeja en cuanto esto saliese a la luz. Pero Elle Lawliet siempre se había caracterizado por tener valor y defender las causas más justas; por lo que tomó aire y miró directo a la cámara que transmitía en directo su comunicado.

 ―Mi nombre es Elle Lawliet, algunos simplemente me conocerán como L. Me conozcas o no, esto que voy a contarte te sorprenderá.



Nota de la autora:

Estoy impresionada por haber llegado hasta el final. La ciencia ficción y la acción no son mis puntos fuertes a la hora de escribir, por lo tanto, pido perdón si hay capítulos flojos :__) intentaré mejorar para los próximos de esta temática.

Me ha gustado mucho escribir esto. Quería abordar temas de investigaciones, más cercanos a lo que es el mundo de Death Note. Los Shinigamis siempre son un recurso que me encanta utilizar, así que no desaproveché la ocasión.

Espero que hayan disfrutado, y gracias por seguir esta historia :)

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now