▲ Capítulo 10 ▲

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Seguían sin entender que relación tiene Beyond con el caso. Lo único que tiene claro Lawliet es que teme por Light, más que nunca.

―Watari, jamás pensé que llegaría a desear abandonar una investigación.

―No diga eso. ¿Es por Light?

―Es por todo. ¿Qué diablos hace Beyond metido en esto y como sabe que Light está con nosotros? Dejó esos muñecos de paja con un mensaje claro. Nos está vigilando y no encuentro la razón.

El detective se removió sobre la silla, haciendo suyos los documentos que el viejo le había preparado sobre la mesa. Los archivos del psiquiátrico contenían la ficha médica de Beyond y el seguimiento de su tratamiento.

―Beyond salió de la clínica hace un año y medio. No creó problemas, por raro que parezca. Tal cual le dieron el alta médica desapareció y no intentó ponerse en contacto con nosotros. ¿Por qué regresa ahora?

―Señorito Elle... Beyond siempre fue un niño extraño, con aspiraciones altas como futuro detective. Era muy inteligente y usted fue su mejor amigo. Creo que el único que tuvo.

―Lo sé. Por eso tengo miedo ― estiró el brazo, palpando en el carrito de dulces un pastel casero de chocolate que no tardó en devorar, manchándose la boca como si fuese un bebé ―. Este pastel es una delicia.

―Me alegro de que le guste. El señorito Light me ayudó esta mañana a prepararlo ―dijo el viejo, sonriendo de oreja a oreja. Todos estaban al tanto de la nueva "relación" que mantenía el detective con el muchacho.

Oh... ― asintió, sonrojándose y sonriendo de forma boba un par de segundos―. Está muy rico.

―¿El pastel o...?

―¡Watari, no seas viejo pervertido!

El hombre rió entre dientes, poniéndose en pie cuando llegaron los hombres de Lawliet con información sobre el caso llegada desde Japón. Les esperaba un largo día por delante.



Near movió los dedos, tentadores sobre aquella torre complicada que acababa de construir con varios juguetes. Le gustaba demasiado hacer cosas así, por eso solía ser motivo de burla ante Mello. Aunque por supuesto, a Near le daba igual.

―¿Por qué sigues aquí, Jeevas? ― dijo, con aquella voz sombría que solía adoptar cuando estaba concentrado.

Mello y el aludido elevaron la mirada, puesto que estaban jugando con las consolas portátiles en los sillones individuales de la sala.

―¿Cómo? ―preguntó el pelirrojo, extrañado.

―No le hagas caso. Está celoso porque nadie le soporta ― dijo Mello, sonriendo feliz al darse cuenta de la actitud del más pequeño.

Near, sin apartar la mirada de la torre, golpeó con dos dedos el juguete de la parte superior, destruyendo su propio trabajo.

―Llegaste para estar unos días. Has ayudado a Elle con los vídeos del caso pero ya no haces nada. ¿Cuándo vas a irte? No veo adecuado que estés aquí si no eres un futuro detective ― la mirada seria del albino incomodó al pelirrojo.

―Lawliet me dijo que podía quedarme todo el tiempo que quisiese.

―Claro. Elle sería incapaz de echarte. Aunque seguro que piensa como yo.

Oeh... Ya basta, enano. Deja de decir estupideces. Matt es uno más de nosotros.

Se encogió de hombros, mirándolos antes de volver a centrar la atención en sus juguetes. Matt nunca le había caído muy bien y no entendía como podía seguir allí sin hacer nada. No era útil, y no le gustaba que anduviese por la sala de investigaciones, con tanto acceso a un caso tan complicado e importante.

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now