▲ Capítulo 17 ▲

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―Aquí tiene su cambio, señor.

Lawliet tardó unos segundos en reaccionar cuando la chica del supermercado le ofreció el dinero correspondiente a su compra. Sonrió lo más amablemente que pudo, saliendo de allí con dos bolsas repletas de comida y objetos de primera necesidad. Era en momentos como ese en el que el recuerdo de Watari estaba más vivo que nunca.

Se dirigió a su coche, dejando la compra en el maletero y poniendo rumbo a la pequeña casa donde vivía junto a los chicos desde hacía ya un mes y medio. Las semanas parecían durar años allí. Días llenos de tristeza y ansiedad por no saber que rumbo tomar ahora. Lo único bueno de todo había sido el lograr parte de la ubicación de los edificios donde se llevaban a cabo los experimentos.

Había sido una investigación complicada, sobre todo por el estado físico y mental de Light. Aún tenía marcas notables, piel que no había terminado de curarse por completo. Aunque al detective lo que más lo preocupaba era su estado mental.

Light era literalmente como su sombra. Si antes solía estar muy apegado a él, ahora si que no se alejaba ni un momento. Incluso cuando Lawliet tenía que ir a hacer la compra, el castaño se quedaba en casa en un estado de desesperación y miedo palpable, que ni los chicos podían aliviar por mucho que lo intentasen. Y Elle, a pesar de amar al muchacho, sentía que iba a derrumbarse de un momento a otro.

No pudo ayudar a Watari, no fue capaz de salvar a Matt, como tampoco tuvo elección a la hora de dejarse llevar por el odio y asesinar a Beyond. El peso de la culpa, los recuerdos y la presencia de Light, caían sobre él inevitablemente, produciéndole aquella molesta sensación de malestar y tristeza. Al menos agradecía que Matsuda y los demás se mantuviesen a su lado, fieles a su palabra. Fue gracias a ellos que consiguieron descubrir gran parte de la localización de uno de los laboratorios. Ese al que viajarían dentro de muy poco. Quizás allí pudiesen averiguar que diablos ocurría con Light.


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Aparcó cerca de la casa, caminando con las bolsas en la mano hacia la entrada. Sonrió al ver como Light estaba cerca de la ventana, haciéndole un gesto de saludo con la mano.

―Ya estoy aquí ―susurró, cuando entró y cerró la puerta a sus espaldas. Los brazos de Light lo rodearon con cariño. Sus labios le besaron el mentón.

―Has tardado.

Le acarició el cabello al japonés, deslizando la mano hasta su espalda y besando su mejilla con dulzura.

―Lo siento. Había gente en el supermercado ― no pudo evitar abrazarlo contra su cuerpo, besándole la coronilla y repartiendo pequeños besos por parte de su rostro.

Todo lo que había ocurrido había influido de una manera intensa en su relación. El deseo de protección y el miedo por no saber con certeza si encontrarían el suero experimental, hicieron que Lawliet necesitase disfrutar de cada segundo que pasaba junto a Light como si fuese el último.

―Avisa a los chicos, ¿quieres? Iré haciendo el almuerzo.

Si a Elle Lawliet le hubiesen dicho hace meses que se vería en la tesitura de tener que cocinar para varias personas seguramente se habría reído. Al menos comprobó que no era tan mal cocinero como siempre había pensado.


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Mello deslizó la mano de forma ascendente hasta llegar a los costados de Near. Tomó aire, besándole de forma tímida el mentón y embriagándose por su aroma. El pequeño y vergonzoso jadeo del albino envió multitud de corrientes eléctricas hasta su entrepierna.

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now