▲ Capítulo 16 ▲

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Cuando firmó al fin el último papel que Roger tendía ante él, Lawliet tuvo que tomarse unos minutos para respirar e intentar relajarse.

Sabía que Watari se encargaba de muchísimas cosas; no solo de su bienestar y el de los muchachos. Tenía multitud de propiedades a su nombre, así como había dejado gran parte de sus asuntos en buenas manos por si le ocurría algo y su protegido debía ser el que se hiciese cargo.

El funeral había sido... frío. No solo fue triste en sí, si no que la policía obligó al detective a llevarlo a cabo cuanto antes, por lo que se encontró junto a sus hombres y sus pupilos despidiéndose de la persona que lo había cuidado desde niño. Los hombres del cuerpo policial intentaron por todos los medios sonsacarles más información, preguntándole acerca de Beyond Birthday cuando su muerte fue registrada por una de las enfermeras que lo encontró sin vida en el dormitorio. Lawliet, gracias a su antiguo trabajo como detective junto a la policía, consiguió que se rindiesen, dejándolos en paz y asegurándoles que se marcharía con los chicos a otra ciudad. Lejos de todo y buscando una liberación de cargo y responsabilidades. Pero antes tenían que encontrar a Light. Y Near tenía una ligera idea de donde podía estar.


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Llegaron cerca del anochecer a la mansión, encontrándola sumida en una especie de tristeza que parecía envolver los jardines, llenándola de un aura solitaria y gris que a Lawliet le puso los pelos de punta. Matsuda los acompañaba junto a otro de sus hombres, dispuestos a proteger al detective y los menores si la situación lo requería. Sabían que la policía había dejado de vigilar la zona días atrás, por lo que tenían plena libertad de búsqueda.

―Matsuda. Veáis lo que veáis, no disparéis ― dijo Lawliet, saliendo del coche junto a Mello y Near.

Temía el estado en el que encontrarían a Light, habiendo soñado con aquello noches atrás en las que apenas había podido conciliar el sueño. No recordaba lo duras que eran sus horas de insomnio pasadas, porque desde que el japonés llegó a su vida habían sido muy pocas las noches sin poder dormir.

―Está bien. Esperaremos aquí ― dijo, apoyándose en el capó del vehículo ―. Pero si necesitáis ayuda, no dudéis en pedirla.

―Gracias. Os prometo que nos iremos de la ciudad cuanto antes ― susurró, desviando la mirada hacia sus dos pupilos. No pudo evitar sonreír un poco al ver como ambos parecían no haberse percatado de que iban cogidos de la mano. Algo que solían hacer mucho últimamente.

Lawliet tomó la iniciativa de caminar el primero hacia lo que había sido su hogar hasta hacía escasos días, apretando los puños con nerviosismo y rezando porque Light estuviese allí escondido. En aquel lugar que ni si quiera él conocía y del que se sorprendió cuando los chicos le informaron de su existencia. Por su cabeza, numerosos recuerdos de su infancia parecían burlarse de él, como vorágines y torbellinos oscuros que se arremolinaban sin tregua. Había matado a Beyond Birthday y sin embargo, lo sentía más cerca que nunca. Supo que el remordimiento y el odio lo acompañarían para siempre, sembrando la tristeza y la ansiedad de una manera tan profunda que creía no poder recuperarse jamás.

La puerta de la mansión se abrió con un chirrido que rompió el silencio en el aire, haciendo que los tres se internasen en el lugar con miedo y precaución. Aún había restos de sangre seca en el suelo; una prueba verídica del tiroteo que los había llevado a esa horrible situación. Los muebles también se habían visto afectados, pues muchos estaban rotos, mientras que otros simplemente eran bañados en polvo y suciedad. Los tres sintieron como la tristeza caía sobre ellos por su propio peso, presente a partir de ahora en gran parte de sus días.

Sujeto Nº 24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora